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Éxodo 15:2 - Biblia Reina Valera 1909

2 Jehová es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Yavé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el Dios de mi padre, lo ensalzaré.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 YH° es mi fortaleza y mi cántico, Y me ha sido por salvación.° ¡Éste es mi Dios!, y lo alabaré, ¡Dios de mi padre!, y lo exaltaré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Yah es mi fuerza y objeto de mi canto; él ha sido salvación para mí. Él es mi Dios, y yo lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo ensalzaré.

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Éxodo 15:2
64 Tagairtí Cros  

Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por alianza perpetua, para serte á ti por Dios, y á tu simiente después de ti.


Dios de mi roca, en él confiaré: Mi escudo, y el cuerno de mi salud, mi fortaleza, y mi refugio; Mi salvador, que me librarás de violencia.


Viva Jehová, y sea bendita mi roca; Sea ensalzado el Dios, la roca de mi salvamento:


El que engrandece las saludes de su rey, Y hace misericordia á su ungido, A David, y á su simiente, para siempre.


Porque tú te has confirmado á tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre: y tú, oh Jehová, fuiste á ellos por Dios.


Ve y di á mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?


Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre.


Empero ¿es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?


Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios en toda la tierra.


OH Dios de mi alabanza, no calles;


Mi fortaleza y mi canción es JAH; Y él me ha sido por salud.


Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salud.


Mi Dios eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á ti ensalzaré.


Hasta que halle lugar para Jehová, Moradas para el Fuerte de Jacob.


Jehová Señor, fortaleza de mi salud, Tú pusiste á cubierto mi cabeza el día de las armas.


ENSALZARTE he, mi Dios, mi Rey; Y bendeciré tu nombre por siglo y para siempre.


Viva Jehová, y sea bendita mi roca; Y ensalzado sea el Dios de mi salud:


Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.


Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.


JEHOVÁ es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?


Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido.


GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste á mis enemigos alegrarse de mí.


Engrandeced á Jehová conmigo, Y ensalcemos su nombre á una.


Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre: El nos capitaneará hasta la muerte.


Fortaleza mía, á ti cantaré; Porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.


Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; Y de Dios Jehová es el librar de la muerte.


Ensalzad á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos al estrado de sus pies: El es santo.


Ensalzad á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos al monte de su santidad; Porque Jehová nuestro Dios es santo.


Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estáos quedos, y ved la salud de Jehová, que él hará hoy con vosotros; porque los Egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.


Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar á Dios.


Y dirás á Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.


Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria de Jehová hinchió el tabernáculo.


Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto:


He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí.


JEHOVÁ, tú eres mi Dios: te ensalzaré, alabaré tu nombre; porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.


Israel es salvo en Jehová con salud eterna; no os avergonzaréis, ni os afrentaréis, por todos los siglos.


Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te dí por luz de las gentes, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra.


JEHOVÁ dijo así: El cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis pies: ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde este lugar de mi reposo?


Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes: ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salud de Israel.


Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.


Y me serán por pueblo, y yo seré á ellos por Dios.


Saliste para salvar tu pueblo, Para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Desnudando el cimiento hasta el cuello. (Selah.)


Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios.


Dando conocimiento de salud á su pueblo, Para remisión de sus pecados,


Porque han visto mis ojos tu salvación,


Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salud viene de los Judíos.


Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.


Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos.


Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.


En el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.


El es tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas grandes y terribles cosas que tus ojos han visto.


Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, á la gloria de Dios Padre.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente:


Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.


DESPUÉS de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro.


Barriólos el torrente de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Hollaste, oh alma mía, con fortaleza.


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