9 Y vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él.
9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
9 Y ustedes, amos, traten a sus esclavos de la misma manera. No los amenacen; recuerden que ambos tienen el mismo Amo en el cielo, y él no tiene favoritos.
9 Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas; tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, y que ése no hace distinción de personas.
9 Y los amos: Haced lo mismo con ellos, no recurriendo a la amenaza, sabiendo que el Señor, tanto de ellos como vuestro, está en los cielos,° y que no hay acepción de personas en su presencia.°
9 Y vosotros, amos, tratadlos de esta misma manera, dejando a un lado las amenazas y recordando que está en el cielo el que es Señor de ellos y también vuestro, y que él no discrimina a las personas.
Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros.
¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, Ni el rico es de él más respetado que el pobre? Porque todos son obras de sus manos.
Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.
Ahora pues, ¿estáis prestos para que en oyendo el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postréis, y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo: ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?
Y llegarme he á vosotros á juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro:
He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.