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Efesios 5:15 - Biblia Reina Valera 1909

15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios;

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Biblia Reina Valera 1960

15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Examinen, pues, con mucho esmero su conducta. No anden como tontos, sino como hombres responsables.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Mirad pues con diligencia° cómo os comportáis, no como necios, sino como sabios;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Mirad, pues, con cuidado cómo os portáis; que no sea como necios, sino como sabios,

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Efesios 5:15
26 Tagairtí Cros  

Y después que David hubo contado el pueblo, punzóle su corazón; y dijo David á Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, ruégote que quites el pecado de tu siervo, porque yo he obrado muy neciamente.


Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. También recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.


Mas yo era ignorante, y no entendía: Era como una bestia acerca de ti.


Y en todo lo que os he dicho seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.


La ciencia del cuerdo es entender su camino: Mas la indiscreción de los necios es engaño.


La necedad es alegría al falto de entendimiento: Mas el hombre entendido enderezará su proceder.


He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.


Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco fatuas.


Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros.


Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da á nosotros? Viéras lo tú.


Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas á nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio á ellos.


Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!


Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el sentido.


¡OH Gálatas insensatos! ¿quién os fascinó, para no obedecer á la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fué ya descrito como crucificado entre vosotros?


¿Tan necios sois? ¿habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?


Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.


Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.


Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, ó sea que vaya á veros, ó que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio,


Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia;


Andad en sabiduría para con los extraños, redimiendo el tiempo.


Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.


Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte.


Mirad que no desechéis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al que habla de los cielos.


¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.


Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:


Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.


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