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Eclesiastés 9:8 - Biblia Reina Valera 1909

8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.

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Biblia Reina Valera 1960

8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¡Vístete con ropa elegante y échate un poco de perfume!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Lleva siempre ropas blancas y que nunca falte el óleo para perfumar tu cabeza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 En todo tiempo sean blancas tus vestiduras, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Lleva en todo tiempo blancas vestiduras, y no falte el perfume en tu cabeza.

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Eclesiastés 9:8
15 Tagairtí Cros  

Envió Joab á Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y díjole: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como mujer que ha mucho tiempo que trae luto por algún muerto;


También Mephi-boseth hijo de Saúl descendió á recibir al rey: no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día que el rey salió hasta el día que vino en paz.


Y salió Mardochêo de delante del rey con vestido real de cárdeno y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura: y la ciudad de Susán se alegró y regocijó.


Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.


No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días.


Beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.


Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro;


No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido con ungüento mis pies.


He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.


Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.


Y le fué dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos.


Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos;


Te lavarás pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, pasarás á la era; mas no te darás á conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.


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