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Eclesiastés 5:2 - Biblia Reina Valera 1909

2 No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.

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Biblia Reina Valera 1960

2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Si estás muy preocupado, te pones a soñar; si prometes demasiado, dirás lo que no conviene.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra ante Ha-’Elohim, porque Ha-’Elohim está en los cielos y tú en la tierra, por tanto, sean pocas tus palabras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 De los muchos afanes nacen los sueños, y de las muchas palabras las necedades.

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Eclesiastés 5:2
21 Tagairtí Cros  

Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado á hablar á mi Señor, aunque soy polvo y ceniza:


Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.


Y volvió á decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor de los diez.


E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,


Y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti.


Y nuestro Dios está en los cielos: Todo lo que quiso ha hecho.


En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.


Lazo es al hombre el devorar lo santo, Y andar pesquisando después de los votos.


Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.


El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla nocivo desvarío.


Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.


Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y muchas las palabras; mas tú teme á Dios.


Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.


También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal ó bien, en cualesquiera cosas que el hombre profiere con juramento, y él no lo conociere; si después lo entiende, será culpado en una de estas cosas.


Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos.


Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.


Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.


Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.


Y Jephté hizo voto á Jehová, diciendo: Si entregares á los Ammonitas en mis manos,


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