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Eclesiastés 10:12 - Biblia Reina Valera 1909

12 Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Las palabras sabias traen aprobación, pero a los necios, sus propias palabras los destruyen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Las palabras del sabio son una gracia, en cambio las del tonto son perjudiciales, en primer lugar para él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Las palabras del sabio son provechosas, Pero los labios del necio causan su propia ruina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Las palabras de la boca del sabio son favor para él, pero al necio sus labios le pierden.

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Eclesiastés 10:12
36 Tagairtí Cros  

Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.


Mas yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.


En cuanto á los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.


La boca del justo hablara sabiduría; Y su lengua proferirá juicio.


Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas: Se espantarán todos los que los vieren.


El que guiña del ojo acarrea tristeza; Y el loco de labios será castigado.


El sabio de corazón recibirá los mandamientos: Mas el loco de labios caerá.


Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.


La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces.


Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!


El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras no escapará.


El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios su amigo será el rey.


Espinas hincadas en mano del embriagado, Tal es el proverbio en la boca de los necios.


Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua.


Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados, las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.


El necio dobla sus manos y come su carne.


No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.


No sueltes tu boca para hacer pecar á tu carne; ni digas delante del ángel, que fué ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aire á causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?


Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los necios.


El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.


Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;


Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?


Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.


Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.


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