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Eclesiastés 1:8 - Biblia Reina Valera 1909

8 Todas las cosas andan en trabajo más que el hombre pueda decir: ni los ojos viendo se hartan de ver, ni los oídos se hinchen de oir.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar; El ojo no terminará de ver, el oído nunca terminará de oír,

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Todas las cosas son fatigosas, Más de lo que el hombre puede expresar. El ojo nunca se sacia de ver, Ni el oído se harta de oír.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído se harta de escuchar.

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Eclesiastés 1:8
16 Tagairtí Cros  

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; Y con labios de júbilo te alabará mi boca,


El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.


Los ríos todos van á la mar, y la mar no se hinche; al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo.


Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacer las: y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y no hay provecho debajo del sol.


Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría y ciencia y gozo: mas al pecador da trabajo, el que allegue y amontone, para que dé al que agrada á Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.


Está un hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se hartan de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.


Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su alma no se harta.


Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre á su propia casa.


Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.


Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.


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