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Apocalipsis 3:8 - Biblia Reina Valera 1909

8 Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar; porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar. Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra y no negaste mi nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado mi palabra y no has renegado de mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Yo sé tus obras. He aquí que he puesto° delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque aunque tienes poco poder, has guardado mi Palabra y no negaste mi nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 'Conozco tus obras. Mira que he dejado ante ti una puerta abierta que nadie puede cerrar; porque, aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.

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Apocalipsis 3:8
25 Tagairtí Cros  

No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová? O no sea que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.


Y en su caer serán ayudados de pequeño socorro: y muchos se juntarán á ellos con lisonjas.


Mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.


Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.


He manifestado tu nombre á los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.


Y habiendo llegado, y reunido la iglesia, relataron cuán grandes cosas había Dios hecho con ellos, y cómo había abierto á los Gentiles la puerta de la fe.


Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.


Cuando vine á Troas para el evangelio de Cristo, aunque me fué abierta puerta en el Señor,


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso,


Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.


He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.


Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo.


Yo sé tus obras, y dónde moras, donde está la silla de Satanás; y retienes mi nombre, y no has negado mi fe, aun en los días en que fué Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanás mora.


Yo sé tus obras, y tu trabajo y paciencia; y que tú no puedes sufrir los malos, y has probado á los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;


Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.


Y ESCRIBE al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras que tienes nombre que vives, y estás muerto.


Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar á los que moran en la tierra.


Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, ó caliente!


Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:


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