Apocalipsis 18:1 - Biblia Reina Valera 1909

¹ Y DESPUÉS de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fué alumbrada de su gloria.

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Biblia Reina Valera 1960

¹ Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Después de todo esto vi que otro ángel bajaba del cielo con gran autoridad, y la tierra se iluminó con su resplandor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Después de esto vi bajar del cielo a otro ángel. Era tan grande su poder, que toda la tierra quedó iluminada por su resplandor.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Después de estas cosas vi a otro ángel descender del cielo, teniendo gran autoridad, y la tierra fue iluminada con su resplandor.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Después vi otro ángel que bajaba del cielo; tenía gran poder y su gloria iluminó la tierra.

Apocalipsis 18:1 Tagairtí Cros

Ezequiel 43:2

Y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía de hacia el oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía á causa de su gloria.

Lucas 17:24

Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.

2 Tesalonicenses 2:8

Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

Apocalipsis 10:1

Y VI otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Apocalipsis 17:1

Y VINO uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la grande ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas:

Apocalipsis 17:7

Y el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos.

Apocalipsis 21:23

Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.