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Apocalipsis 11:15 - Biblia Reina Valera 1909

15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido á ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás.

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Biblia Reina Valera 1960

15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta, y hubo fuertes voces que gritaban en el cielo: «Ahora el mundo ya es el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por siempre y para siempre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: 'Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo ha llegado a ser de nuestro Señor y de su Ungido, y reinará por los siglos de los siglos!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.

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Apocalipsis 11:15
54 Tagairtí Cros  

Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melchîsedech.


Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sión, por generación y generación. Aleluya.


Estarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová, y contra su ungido, diciendo:


Y arrodillarse han á él todos los reyes; Le servirán todas las gentes.


Levántate, oh Dios, juzga la tierra: Porque tú heredarás en todas las gentes.


Todas las gentes que hiciste vendrán y se humillarán delante de ti, Señor; Y glorificarán tu nombre.


Jehová reinará por los siglos de los siglos.


Acontecerá también en aquel día, que se tañerá con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido echados en tierra de Egipto, y adorarán á Jehová en el monte santo, en Jerusalem.


Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está: porque Jehová redimió á Jacob, y en Israel será glorificado.


He aquí, llamarás á gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán á ti; por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.


Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.


Oh Jehová, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción; á ti vendrán gentes desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.


Y habitarán en la tierra que dí á mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David les será príncipe para siempre.


Y midió otros mil, é iba ya el arroyo que yo no podía pasar: porque las aguas se habían alzado, y el arroyo no se podía pasar sino á nado.


Y fuéle dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron; su señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino que no se corromperá.


Después tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos.


Hasta tanto que vino el Anciano de grande edad, y se dió el juicio á los santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino.


Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán.


Y sembraréla para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama: y diré á Lo-ammi: Pueblo mío tú; y él dirá: Dios mío.


Y vendrán salvadores al monte de Sión para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.


Y pondré á la coja para sucesión, y á la descarriada para nación robusta: y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora para siempre.


Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.


Y uniránse muchas gentes á Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado á ti.


Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las gentes; y en todo lugar se ofrece á mi nombre perfume, y presente limpio: porque grande es mi nombre entre las gentes, dice Jehová de los ejércitos.


Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.


Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.


Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.


Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.


Y viniendo á casa, junta á los amigos y á los vecinos, diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido.


Asistieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.


Mas al hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Vara de equidad la vara de tu reino;


Pero en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzare á tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como él lo anunció á sus siervos los profetas.


Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.


¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre? porque tú sólo eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios son manifestados.


Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una grande voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho es.


Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes: y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles.


DESPUÉS de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro.


Y oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso.


Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años.


Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche.


Y EL quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo en la tierra; y le fué dada la llave del pozo del abismo.


Y el sexto ángel tocó la trompeta; y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,


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