Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





2 Corintios 1:12 - Biblia Reina Valera 1909

12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Podemos decir con confianza y con una conciencia limpia que, en todos nuestros asuntos, hemos vivido en santidad y con una sinceridad dadas por Dios. Hemos dependido de la gracia de Dios y no de nuestra propia sabiduría humana. Esa es la forma en que nos hemos comportado ante el mundo y en especial con ustedes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que la santidad y la sinceridad de Dios han inspirado siempre nuestra conducta en este mundo, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos condujimos en el mundo, y mucho más hacia vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios.

Féach an chaibidil Cóip




2 Corintios 1:12
40 Tagairtí Cros  

Porque yo guardé los caminos de Jehová; Y no me aparté impíamente de mi Dios.


He aquí, aunque me matare, en él esperaré; Empero defenderé delante de él mis caminos.


Y dijo: Oh Jehová, ruégote te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezechîas con gran lloro.


ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el día de hoy.


Y por esto, procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres.


VERDAD digo en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,


Porque no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.


Porque á la verdad, á éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; á otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;


Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fué conmigo.


Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual á lo espiritual.


Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, el Señor es.


Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad.


Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No?


Mas temo que como la serpiente engaño á Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad que es en Cristo.


Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.


Antes quitamos los escondrijos de vergüenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por manifestación de la verdad encomendándonos á nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios.


No hablo como quien manda, sino para poner á prueba, por la eficacia de otros, la sinceridad también de la caridad vuestra.


Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.


Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.


Para que discernáis lo mejor; que seáis sinceros y sin ofensa para el día de Cristo;


Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa é irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis:


Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida:


Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,


Orad por nosotros: porque confiamos que tenemos buena conciencia, deseando conversar bien en todo.


Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.


Ahora pues, temed á Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los dioses á los cuales sirvieron vuestros padres de esotra parte del río, y en Egipto; y servid á Jehová.


Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en Cristo.


A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo:


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí