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1 Pedro 3:8 - Biblia Reina Valera 1909

8 Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;

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Biblia Reina Valera 1960

8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Finalmente, tengan todos un mismo sentir, compartan las preocupaciones de los demás con amor fraterno, sean compasivos y humildes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 En conclusión,° sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos como hermanos, misericordiosos, humildes;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 En fin, sed todos de un mismo sentir, compartid alegrías y tristezas, cultivad el amor fraterno, sed misericordiosos, humildes;

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1 Pedro 3:8
32 Tagairtí Cros  

Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.


El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para que se dé á los pobres lo allega.


Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad juicio verdadero, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano:


¿No te convenía también á ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti?


Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia;


Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos;


Y otro día llegamos á Sidón; y Julio, tratando á Pablo con humanidad, permitióle que fuese á los amigos, para ser de ellos asistido.


En aquellos lugares había heredades del principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y hospedó tres días humanamente.


Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes.


Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos á los otros;


Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús;


Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.


Por manera que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan.


Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;


Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia:


Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.


Nada hagáis por contienda ó por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos á los otros:


Empero en aquello á que hemos llegado, vamos por la misma regla, sintamos una misma cosa.


Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;


Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloría contra el juicio.


Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.


He aquí, tenemos por bienaventurados á los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.


Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:


Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.


Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.


Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad.


Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.


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