Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





1 Pedro 2:21 - Biblia Reina Valera 1909

21 Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas:

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Porque para esto fuisteis llamados, pues también el Mesías padeció por vosotros,° dejándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 A esto habéis sido llamados. Porque también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas.

Féach an chaibidil Cóip




1 Pedro 2:21
30 Tagairtí Cros  

La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino.


Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.


Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.


Entonces Jesús dijo á sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame.


¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?


Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.


Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.


Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles á que permaneciesen en la fe, y que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.


Declarando y proponiendo, que convenía que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, el cual yo os anuncio, decía él, éste era el Cristo.


Porque yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por mi nombre.


Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos;


SED imitadores de mí, así como yo de Cristo.


Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.


Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:


Para que nadie se conmueva por estas tribulaciones; porque vosotros sabéis que nosotros somos puestos para esto.


Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.


Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.


Porque convenía que aquel por cuya causa son todas las cosas, y por el cual todas las cosas subsisten, habiendo de llevar á la gloria á muchos hijos, hiciese consumado por aflicciones al autor de la salud de ellos.


Ya ordenado de antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,


El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia: por la herida del cual habéis sido sanados.


Porque también Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos á Dios, siendo á la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;


No volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.


PUES que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;


Antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo.


El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.


En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.


Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí