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1 Pedro 1:13 - Biblia Reina Valera 1909

13 Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesucristo os es manifestado:

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Biblia Reina Valera 1960

13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Por lo cual, habiendo ceñido los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta por completo en la gracia° que os será traída en la revelación de Jesús el Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste.

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1 Pedro 1:13
35 Tagairtí Cros  

Y la mano de Jehová fué sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Achâb hasta llegar á Jezreel.


Entonces dijo él á Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas: y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño.


Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y hazme saber tú.


Mira á todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta á los impíos en su asiento.


Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: es la Pascua de Jehová.


Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.


Tú pues, ciñe tus lomos, y te levantarás, y les hablarás todo lo que te mandaré: no temas delante de ellos, porque no te haga yo quebrantar delante de ellos.


Y les dijo: Id también vosotros á mi viña, y os daré lo que fuere justo. Y ellos fueron.


Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras antorchas encendidas;


Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.


¿No le dice antes: Adereza qué cene, y arremángate, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come tú y bebe?


Andemos como de día, honestamente: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia:


Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.


De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo:


Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.


Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.


Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.


Y á vosotros, que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia,


Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.


Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida.


No perdáis pues vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón:


Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza.


La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo;


Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.


De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir á vosotros, han inquirido y diligentemente buscado,


Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:


Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad en oración.


Por Silvano, el hermano fiel, según yo pienso, os he escrito brevemente, amonestándo os, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.


Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore:


Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.


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