Zacarías 1 - Biblia Lenguaje BásicoPrimera parte (1–8) Dios está dispuesto a perdonar 1-3 Yo soy el profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó. El Dios todopoderoso me habló en el octavo mes, el mes de Bul, durante el segundo año del gobierno de Darío, rey de Persia. Este es el mensaje que Dios me ha dado: —Vuestros antepasados me han ofendido mucho, pero estoy dispuesto a perdonaros si me pedís perdón. Esto es lo que os digo yo, que soy el Dios todopoderoso. 4 Tiempo atrás, mis profetas hablaron con vuestros antepasados y les dijeron que no siguieran pecando contra mí. Pero ellos no me escucharon ni me hicieron caso. Yo soy vuestro Dios, y os aseguro que así fue. 5 Los antiguos profetas que estaban a mi servicio ya han muerto, y también han muerto vuestros antepasados. 6 Sin embargo, las palabras y mandatos que os transmití por medio de mis siervos, los profetas, fueron bien recibidos por vuestros antepasados que se convirtieron reconociendo, eso sí, que Dios los había tratado según su conducta y sus acciones. Primera visión: los caballos de colores 7-8 Dios me habló durante la noche en una visión el día veinticuatro del mes de Sebat, también durante el segundo año del gobierno del rey Darío. En esa visión vi a un hombre que montaba un caballo de color rojo. Ese hombre estaba parado en medio de un valle lleno de esos arbustos conocidos como mirtos. Detrás de él había otros caballos de color rojo, castaño y blanco. 9 En mi sueño un ángel hablaba conmigo, así que le pregunté: —¿Podrías decirme quiénes son esos jinetes? Y el ángel me contestó: —Ahora te lo voy a decir. 10 Pero antes de que me lo dijera, el jinete que estaba entre los mirtos me explicó: —Son los jinetes que Dios ha enviado para que recorran todo el mundo. 11 Entonces los jinetes se dirigieron al ángel que se había quedado entre los mirtos y le informaron: —Ya hemos recorrido toda la tierra y la hemos encontrado tranquila y en paz. 12 Preguntó, entonces, el ángel de Dios: —Dios todopoderoso, hace ya setenta años que estás enfadado con Jerusalén y con las ciudades de Judá. ¿Cuándo vas a tener compasión de ellas? 13 Dios le respondió con palabras muy amables y tranquilizadoras. Luego, el ángel que hablaba conmigo 14 me ordenó que anunciara de parte de Dios todopoderoso el siguiente mensaje: Yo siento un gran amor por Jerusalén y por el monte Sion donde está mi Templo. 15 Y aunque por algún tiempo estuve enfadado con mi ciudad, me llenan de furia esas naciones que se sienten muy orgullosas, y que se aprovecharon de mi ira para hacer sufrir a Jerusalén. 16 Pero quiero que sepáis que reconstruiré mi ciudad, y también mi Templo; así le mostraré cuánto la quiero. Así os lo aseguro yo mismo que soy el Dios todopoderoso. 17 El ángel que hablaba conmigo me ordenó también que anunciara esto de parte de Dios todopoderoso: Volveré a dar prosperidad a todas mis ciudades; mostraré amor por mi Templo, y Jerusalén volverá a ser mi ciudad elegida. |