Job 3 - Biblia Lenguaje BásicoII. Primer diálogo entre Job y sus amigos (3–11) Las quejas de Job 1 Llegó el momento en que Job ya no pudo más y comenzó a maldecir el día en que nació. 2 Entonces, dijo: 3 —¡Maldito sea el día en que nací! Maldita la noche en que anunciaron: «¡Ha sido un niño el que ha nacido!». 4-6 ¡Que borren del calendario ese día! ¡Que nadie se acuerde de él, ni siquiera el Dios del cielo! ¡Que ese día se convierta en tinieblas y negros nubarrones lo oscurezcan! ¡Que un eclipse haga que cunda el terror y la luz no vuelva a iluminarlo! 7 ¡Que en esa noche no haya nacido nadie para que nadie pueda alegrarse! 8 ¡Que maldigan esa noche y ese día los que tienen poder sobre el monstruo del mar! 9 ¡Que ese día no salga el sol ni se vea la estrella de la mañana, 10 porque me dejó nacer en un mundo de miserias! 11-13 Hubiera sido mejor nacer muerto o morir en el momento de nacer. ¡Así nadie me habría abrazado ni me habría amamantado, y ahora estaría descansando en paz! 14-15 ¡Estaría en la compañía de esos reyes, gobernantes y consejeros que construyeron grandes monumentos y llenaron de oro y plata sus palacios! 16 Sería como aquellos que no nacen y nadie se entera de ello, como niños que perecieron sin llegar a ver la luz. 17-18 Para los cansados y prisioneros, la muerte es un descanso, pues ya no oyen gritar al capataz. Con la muerte, los malvados dejan de hacer destrozos. 19 En la muerte se igualan los débiles y los poderosos, y los esclavos se libran de sus amos. 20 ¿Por qué nos deja nacer Dios si en la vida solo vamos a sufrir? ¿Por qué deja seguir viviendo a los que viven amargados? 21 Buscan en vano la muerte, como si buscaran un tesoro escondido. 22 ¡Muy grande sería su alegría si pudieran bajar a la tumba! 23 Dios nos cierra el paso y nos hace caminar a ciegas. 24 Lágrimas y quejas son todo mi alimento. 25-26 No hay para mí descanso ni paz; todo lo que tengo es inquietud. Mis peores temores se han hecho realidad. |