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1 Crónicas 26 - Biblia Lenguaje Básico


Organización de los vigilantes

1-19 Los encargados de vigilar las entradas del Templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la misma manera que fueron tratados los levitas. Quedaron repartidos de acuerdo al siguiente orden: Al grupo familiar de Coré pertenecían: Meselemías, hijo de Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos: Zacarías, Jediael, Zebadías, Jatniel, Elán, Yojanán y Elioenay. Obededón y sus ocho hijos: Semaías, Jozabat, Joaj, Sacar, Natanael, Amiel, Isacar y Peultay. Semaías y sus seis hijos: Otní, Rafael, Obed, Elzabad, Elihú y Semaquías. Estos seis fueron los jefes de sus grupos familiares. Los descendientes de Obededón fueron sesenta y dos, pues Dios lo bendijo dándole muchos hijos. Los hijos y hermanos de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del Templo. Al grupo familiar de Merarí pertenecían: Josá y sus hijos: Simrí, Jilquías, Tebalías y Zacarías. Los hijos y hermanos de Josá fueron en total trece. Josá nombró a Simrí como el jefe de todos ellos, aunque este no era su hijo mayor. Cada día los que vigilaban las entradas del Templo se repartían de la siguiente manera, echando a suerte entre los distintos grupos familiares y sin distinguir entre mayores y pequeños: Seis hombres en la entrada del este, entre los que estaba Selemías. Cuatro hombres en la entrada del norte, entre los que estaba un consejero sabio llamado Zacarías, hijo de Selemías. Cuatro hombres en la entrada del sur para vigilar los dos almacenes que allí había. Dos hombres para cada almacén; entre ellos estaban Obededón y sus hijos. Cuatro hombres en la entrada del oeste. Esta entrada, que se llamaba Saléquet, estaba junto a la gran cuesta que lleva al patio oeste. Dos de estos vigilantes eran Supín y Josá; había además otros dos para vigilar el patio oeste. Estos eran los turnos de vigilancia correspondientes a los grupos familiares de Coré y Merarí.


Los tesoreros

20 Otros israelitas pertenecientes a la tribu de Leví cuidaban los tesoros del Templo y demás objetos sagrados.

21 Entre ellos estaban los descendientes de Ladán, el guersonita, y de Jejiel;

22 por los descendientes de Jejiel estaban Zetán y su hermano Joel.

23 Como jefe de los descendientes de Amrán, Jisar, Hebrón y Uziel

24 estaba Sebuel, descendiente de Guersón, el hijo de Moisés.

25 Por la familia de Eliezer, cuyos descendientes en línea directa fueron Rejabías, Isaías, Jorán, Zicrí y Selomit,

26-27 estaba este último que, junto con sus hermanos, tenía la misión de cuidar todos los tesoros y objetos sagrados del Templo. Estos objetos sagrados habían sido destinados al Templo por el rey David, como botín de guerra, por los jefes de las tribus y por todos los jefes del ejército.

28 Y también estaban los objetos entregados por el profeta Samuel, el rey Saúl y los generales Abner y Joab. Todo ello estaba confiado a la vigilancia de Selomit y sus hermanos.


Otros trabajos fuera del Templo

29 Quenanías y sus hijos actuaban como secretarios y jueces en los asuntos del gobierno, y no trabajaban en el Templo. Ellos eran descendientes de Jisar.

30 Jasabías, que era descendiente de Hebrón, tenía un total de mil setecientos parientes. Todos eran hombres muy valientes y estaban encargados de todos los asuntos religiosos y políticos de los israelitas que vivían al oeste del Jordán.

31-32 Cuando David llevaba ya cuarenta años gobernando, ordenó que se revisaran las listas de los descendientes de Hebrón. El rey se dio cuenta de que entre esos descendientes había en Jazer de Galaad hombres muy valientes. El jefe de todos esos hombres era Jerías, y en total sumaban dos mil setecientos jefes de familia. Entonces el rey David los puso a cargo de todos los asuntos religiosos y políticos de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.

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