Salmos 65 - Biblia Martin Nieto1 Al maestro de coro. Salmo de David. Cántico 2 Oh Dios, que habitas en Sión, a ti debemos alabarte, por ti hay que cumplir lo prometido; 3 hasta ti, que escuchas las plegarias, todo mortal puede llegar. 4 Nuestros delitos son más fuertes que nosotros, pero tú nos los perdonas. 5 Dichoso el que tú eliges y llamas junto a ti para que habite en tus atrios; nosotros nos saciaremos de los bienes de tu casa, de las cosas de tu santo templo. 6 Tu justicia nos responde con prodigios, oh Dios, salvador nuestro, esperanza de los confines de la tierra y los mares lejanos; 7 tú, que afirmas los montes con tu fuerza y te ciñes de bravura; 8 tú, que acallas el estruendo de los mares, el bramar de sus olas y el tumulto de los pueblos. 9 Ante tus prodigios tiemblan todos los habitantes de la tierra, tú llenas de alegría las regiones de oriente y occidente. 10 Tú visitas la tierra y la fecundas, la colmas de riquezas; tus ríos caudalosos van rebosando de agua. 11 Tú dispones la tierra de este modo: riegas sus surcos, deshaces los terrones, la ablandas con la lluvia, bendices su semilla; 12 tú coronas el año con tus bienes, por tus senderos fluye la abundancia; 13 rezuman los pastos del desierto y las colinas se ciñen de alegría; |
Evaristo Martín Nieto©