Salmos 3 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Salmo. De David. Al huir de su hijo Absalón. 2 Ah Señor, cuántos son mis opresores, cuántos los que se yerguen contra mí, 3 cuántos los que de mí dicen: No hay para él socorro en Dios. Selah 4 Pero tú, Señor, eres mi escudo, mi honor y el que levanta mi cabeza. 5 Con mi voz invoco yo al Señor, y él me responde desde su monte santo. Selah 6 Yo me acuesto, me duermo y me despierto, y él me responde desde su monte santo. 7 Yo no temo las populosas multitudes, apostadas, en torno, contra mí. 8 Levántate, Señor, libérame, Dios mío, pues tú eres quien hiere a mi enemigo en la mejilla y quebranta los dientes del impío. |
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