2 Crónicas 12 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Cuando Roboán consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la ley de Yahveh, y con él todo Israel. 2 Por eso, en el año quinto del rey Roboán subió Sosac, rey de Egipto, contra Jerusalén -por haber prevaricado contra Yahveh-, 3 con mil doscientos carros, sesenta mil jinetes y un ejército innumerable que vino con él de Egipto: libios, suquíes y etíopes. 4 Se apoderó de las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén. 5 Entonces el profeta Semaías se presentó ante Roboán y ante los jefes de Judá, que se habían reunido en Jerusalén huyendo de Sosac, y les dijo: 'Así habla Yahveh: 'Vosotros me habéis abandonado, y yo, a mi vez, os abandono en manos de Sosac''. 6 Entonces se humillaron los jefes de Israel y el rey, y exclamaron: '¡Justo es Yahveh!'. 7 Al ver Yahveh que se habían humillado, le fue dirigida la palabra de Yahveh a Semaías y le dijo: 'Puesto que se han humillado, no los exterminaré, sino que dentro de poco los salvaré, y mi cólera no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sosac. 8 Pero serán sus siervos, para que sepan distinguir entre lo que es servirme a mí y servir a los reinos de los otros países'. 9 Subió, pues, Sosac, rey de Egipto, contra Jerusalén, y se apoderó de los tesoros del templo de Yahveh y de los del palacio real. Se apoderó de todo, incluso de los escudos de oro que había hecho Salomón. 10 Para reemplazarlos, el rey Roboán hizo escudos de bronce y se los entregó a los jefes de la guardia que custodiaba la entrada del palacio real. 11 Cada vez que el rey iba al templo de Yahveh, venían los de la guardia y traían los escudos, que luego devolvían a la sala de guardia. 12 Por haberse humillado, se apartó de él la cólera de Yahveh y no lo destruyó totalmente, pues aún había en Judá algunas cosas buenas. 13 El rey Roboán se consolidó en Jerusalén y siguió reinando. Cuarenta y un años tenía Roboán cuando fue proclamado rey, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yahveh de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. Su madre se llamaba Naamá y era amonita. 14 Roboán hizo lo que es malo, porque no dispuso su corazón para ir en busca de Yahveh. 15 Los hechos de Roboán, desde los primeros a los últimos, ¿no están consignados en las crónicas del profeta Semaías y del vidente Idó, según el registro genealógico? Hubo guerras incesantes entre Roboán y Jeroboán. 16 Descansó Roboán con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Abías. |
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