Salmos 7 - Nueva Biblia Española (1975)1 Que la derrota abrume a mis enemigos, que derrotados huyan al momento. 2 Señor, Dios mío, a ti me acojo, líbrame de mis perseguidores y sálvame; 3 que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio. 4 Señor, Dios mío, si soy culpable, si hay crímenes en mis manos, 5 si he causado daño a mi amigo o despojado al que me ataca sin razón, 6 que el enemigo me persiga y me alcance, que me pisotee vivo por tierra apretando mi vientre contra el polvo. 7 Levántate, Señor, indignado, álzate con furor contra mis adversarios, acude a defenderme en el juicio que has convocado. 8 Que te rodee la asamblea de las naciones, 9 presídela desde lo alto -el Señor es juez de los pueblos-. Júzgame, Señor, según mi rectitud, según mi inocencia, oh Altísimo. 10 Cese la maldad de los culpables y apoya al inocente, tú que sondeas corazón y entrañas, Dios justo. 11 Mi escudo es un Dios que salva a los hombres sinceros. 12 Dios es un juez justo, Dios castiga cada vez. 13 Si no se convierten, afilará su espada, tensará el arco y apuntará; 14 apunta sus armas mortíferas, prepara sus flechas incendiarias. 15 Miren: concibió un crimen, está preñado de maldad, da a luz un fraude. 16 Cavó y ahondó una fosa, caiga en la fosa que hizo; 17 recaiga sobre él su maldad, su crueldad se vuelva contra él. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.