Job 16 - Nueva Biblia Española (1975)1 Respondió Job: 2 He oído ya mil discursos semejantes; todos son unos consoladores importunos. 3 ¿No hay límite para los discursos vacíos?, ¿qué te impulsa a replicar? 4 También yo hablaría como ustedes si estuviera en su lugar: ensartaría palabras contra ustedes meneando la cabeza, 5 los confortaría con mi boca, los calmaría moviendo los labios. 6 Pero aunque hable, no cesa mi dolor; aunque calle, no se aparta de mí. 7 Ahora Dios me ha rendido y amedrentado, su guardia me ha prendido 8 y se levanta a testimoniar contra mí, acusándome en falso en mi cara; 9 su furor me ataca y me desgarra, rechina contra mí los dientes y aguza sus ojos hostiles; 10 abren contra mí la boca, me abofetean afrentosamente, todos en masa contra mí. 11 Dios me entrega a los malvados, me arroja en manos criminales. 12 Vivía yo tranquilo' cuando me trituró, me agarró por la nuca y me descuartizó, hizo de mí su blanco; 13 cercándome con sus saeteros, me atravesó los riñones sin piedad y derramó por tierra mi hiel, 14 me abrió la carne brecha a brecha y me asaltó como un guerrero. 15 Me he cosido un sayal sobre el pellejo y he hundido en el polvo mi hombría; 16 tengo la cara enrojecida de llorar y la sombra me vela los párpados; 17 aunque en mis manos no hay violencia y es sincera mi oración. 18 ¡Tierra, no cubras mi sangre; tumba, no encierres mi demanda de justicia! 19 Está en el cielo mi testigo y en la altura mi defensor, 20 el que interpreta mis pensamientos ante Dios: a él alzo los ojos llorosos; 21 que él juzgue entre hombre y Dios como se juzga un pleito entre hombres. 22 Porque pasarán años contados y emprenderé el viaje sin retorno. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.