2 Reyes 20 - Nueva Biblia Española (1975)1 En aquel tiempo, Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amos, fue a visitarlo, y le dijo: Así dice el Señor: Haz testamento, porque vas a morir sin remedio. 2 Entonces Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: 3 Señor, recuerda que he caminado en tu presencia con corazón sincero e íntegro y que he hecho lo que te agrada. Y lloró con largo llanto. 4 Pero no había salido Isaías del patio central, cuando recibió esta palabra del Señor: 5 Vuelve a decirle a Ezequías, jefe de mi pueblo: Así dice el Señor, Dios de tu padre David: 'He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, voy a curarte: dentro de tres días podrás subir al templo; 6 y añado a tus días otros quince años. Te libraré de las manos del rey de Asiría, a ti y a esta ciudad; protegeré a esta ciudad, por mí y por mi siervo David'. 7 Isaías ordenó: Tomen una cataplasma de higos; que la apliquen a la herida, y curará. 8 Ezequías le preguntó: ¿Y cuál es la señal de que el Señor me va a curar y dentro de tres días podré subir al templo? 9 Isaías respondió: Esta es la señal de que el Señor cumplirá la palabra dada': ¿Quieres que la sombra adelante diez grados o que atrase diez? 10 Ezequías comentó: Es fácil que la sombra adelante diez grados, lo difícil es que atrase diez. 11 El profeta Isaías clamó al Señor, y el Señor hizo que la sombra atrasara diez grados en el reloj de Acaz. 12 En aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y regalos al rey Ezequías cuando se enteró de que! se había restablecido de su enfermedad. 13 Ezequías se alegró y enseñó a los mensajeros su tesoro: la plata y el oro, los bálsamos y ungüentos, toda la vajilla y cuanto había en sus depósitos. No quedó nada en su palacio y en sus dominios que Ezequías no les enseñara. 14 Pero el profeta Isaías se presentó al rey Ezequías y le dijo: ¿Qué ha dicho esa gente, y de dónde vienen a visitarte? Ezequías contestó: Han venido de un país lejano: de Babilonia. 15 Isaías preguntó: ¿Qué han visto en tu casa? Ezequías dijo: Todo. No he dejado nada de mis tesoros sin enseñárselo. 16 Entonces Isaías le dijo: Escucha la palabra del Señor. 17 Mira, llegarán días en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio, cuanto atesoraron tus abuelos hasta hoy. No quedará nada, dice el Señor. 18 Y a los hijos que salieron de ti, que tú engendraste, se los llevarán a Babilonia para que sirvan como palaciegos del rey. 19 Ezequías dijo: Es favorable la palabra del Señor que has pronunciado (pues se dijo: Mientras yo viva, habrá paz y seguridad). 20 Para más datos sobre Ezequías y sus victorias y las obras que hizo: la alberca y el canal para la traída de aguas a la ciudad, véanse los Anales del Reino de Judá. 21 Ezequías murió, y su hijo Manases le sucedió en el trono. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.