Cuando vean la abominación de la profanación en el lugar santo, dicha por medio del profeta Daniel, (el que lea esto, que lo entienda);
Hechos 6:13 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia y presentaron testigos falsos que decían: – Este hombre no se cansa de hablar contra el templo y contra la ley; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; Biblia Nueva Traducción Viviente Los testigos mentirosos dijeron: «Este hombre siempre habla contra el santo templo y contra la ley de Moisés. Biblia Católica (Latinoamericana) Allí se presentaron testigos falsos que declararon: 'Este hombre no cesa de hablar contra nuestro Lugar Santo y contra la Ley. La Biblia Textual 3a Edicion Y presentaron testigos falsos, diciendo: Este hombre no cesa de hablar° palabras° contra el lugar santo y la ley. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Presentaron testigos falsos que afirmaron: 'Este hombre no cesa de proferir dicterios contra este lugar santo y contra la ley; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pusieron testigos falsos, que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas en contra de este lugar santo y de la ley: |
Cuando vean la abominación de la profanación en el lugar santo, dicha por medio del profeta Daniel, (el que lea esto, que lo entienda);
Mas los principales sacerdotes y todo el sanedrín buscaban un testimonio falso contra Jesús, para así condenarlo a muerte,
gritando: – ¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando a toda la gente contra nuestro pueblo, contra nuestra ley y contra este lugar. Además, hasta ha metido a los griegos en el templo, y profanó este lugar santo.
Mientras que Pablo se defendía: – No he cometido ninguna falta ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.
Entonces, sobornaron a algunos hombres para que dijeran: – Hemos oído que Esteban habla blasfemia contra Moisés y contra Dios.
Lo sacaron con violencia de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los que lo habían acusado falsamente dejaron sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.
Porque así como cambió el sacerdocio, con la misma intensidad se debe cambiar la ley.