Dios no permitió a nadie que les hiciera daño. Por amor a su pueblo, les advertía a los reyes:
Sofonías 2:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Este es su castigo por la gran soberbia que mostraron contra mi pueblo, porque se han burlado del pueblo del Señor Todopoderoso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Recibirán el pago de su orgullo, porque se burlaron del pueblo del Señor de los Ejércitos Celestiales. Biblia Católica (Latinoamericana) Esa será su suerte, en pago de su orgullo, pues insultaron al pueblo de Dios de los Ejércitos y se agrandaron a costa suya. La Biblia Textual 3a Edicion Esa será la paga de su soberbia, porque afrentaron con altanería al pueblo de YHVH Sebaot. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste será el pago de su orgullo, porque insultaron y se engrandecieron a costa del pueblo de Yahveh Sebaot. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. |
Dios no permitió a nadie que les hiciera daño. Por amor a su pueblo, les advertía a los reyes:
Moisés y Aarón pidieron otra audiencia al faraón y le dijeron: ―El Señor, Dios de los hebreos, pregunta: “¿Hasta cuando te negarás a someterte a mí? Deja que mi pueblo vaya y me adore.
Dile que si es que se cree muy grande como para atreverse a desafiar mi poder y a negarle a mi pueblo el permiso para salir.
¿Es este el altivo Moab de quien tanto hemos oído? ¡Su arrogancia e insolencia ahora se han esfumado!
Y ahora el Señor dice así a las naciones perversas, las que rodean la tierra que Dios dio a su pueblo Israel: ¡Miren, de su tierra los echaré así como Judá será echada de la suya!
¿Recuerdas cómo se vanagloriaban: «Somos héroes, poderosos hombres de guerra»?
Todos hemos oído del orgullo de Moab, pues grande se cree. Sabemos de tu altivez, arrogancia y soberbio corazón: ¡eres muy engreída!
Se entregó a la inmoralidad y no pensó en el castigo que le podría venir. Ahora está humillada hasta lo más bajo y no hay nadie que la ayude, y clama: «¡Oh Señor, mira mi aflicción; el enemigo ha triunfado sobre mí!».
»Pues el Señor Dios dice: “¡Por cuanto aplaudieron y bailotearon y vitorearon alegremente ante la destrucción de mi pueblo,
»Ahora yo, Nabucodonosor, elogio y reconozco y respeto al Rey del cielo porque todas sus obras son rectas y buenas. Él es capaz de humillar a los orgullosos».
Esto te sucederá por haber abandonado a Israel en el tiempo de su necesidad. Te quedaste mirando, sin mover un dedo para ayudarlo, cuando los invasores se llevaban sus bienes y se repartían a Jerusalén por suertes. ¡Incluso participaste del saqueo!
»Te sientes muy seguro porque vives en una zona difícil de conquistar, entre rocas altas e inaccesibles. “¿Quién podrá alcanzarnos acá arriba?”, preguntas con jactancia.
«He oído las burlas de Moab y de Amón, que insultaban a mi pueblo e invadían su territorio.
También a los jóvenes les digo: obedezcan a los ancianos. Trátense unos a otros con humildad, porque «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes».