»Si los tiempos no se esconden del Todopoderoso, ¿por qué no los perciben quienes dicen conocerlo?
Sofonías 1:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »¡Debe guardarse un silencio respetuoso en la presencia de Dios el Señor! Ha llegado el día terrible de su juicio. Ha preparado una gran matanza contra su pueblo, y ha escogido a sus convidados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Calla en la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados. Biblia Nueva Traducción Viviente Guarden silencio en presencia del Señor Soberano, porque se acerca el imponente día del juicio del Señor. El Señor ha preparado a su pueblo para una gran matanza y ha seleccionado a sus verdugos. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Reine el silencio delante del Señor Yavé, pues se acerca su día! Yavé ha preparado un sacrificio y ya ha consagrado a sus invitados. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Silencio en presencia de Adonay YHVH! El día de YHVH está cercano. YHVH ha preparado un sacrificio, y ha escogido° a sus invitados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Silencio ante el Señor Yahveh, porque el día de Yahveh está cerca! Sí; Yahveh ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Calla en la presencia del Señor Jehová, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, ha llamado a sus invitados. |
»Si los tiempos no se esconden del Todopoderoso, ¿por qué no los perciben quienes dicen conocerlo?
¡Silencio! ¡Sepan que yo soy Dios! ¡Todas las naciones del mundo me honrarán!
Yo, el Señor, he apartado estos ejércitos para la tarea; he llamado a los que se gozan en su fuerza para que hagan esta obra, para satisfacer mi ira.
Griten aterrorizados, porque ha llegado el día del Señor, el tiempo en que el Todopoderoso los aplastará.
En aquel día el Señor Todopoderoso marchará contra los orgullosos y altivos y los humillará hasta que estén postrados en el polvo.
pero yo enviaré un gran castigo sobre ustedes que les causará llanto y dolor. Porque Jerusalén será como indica su nombre, «Ariel», que significa «altar cubierto de sangre».
Y cuando mi espada haya acabado su obra destructora en los cielos ¡tengan cuidado! porque entonces se descargará sobre Edom, el pueblo que he condenado.
La espada del Señor está saciada de sangre, está harta de carne, como si hubiera estado degollando ovejas y cabras para el sacrificio. Porque como si hubiera gran sacrificio, enorme matanza, hará el Señor en Edom.
Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».
Porque hoy es el día del Señor Dios de los ejércitos, el día de venganza contra sus enemigos. La espada herirá hasta saciarse, sí, derramará sangre por todos lados, porque el Señor Dios de los ejércitos recibirá hoy un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Éufrates.
»El día del juicio ha llegado; amanece, pues tu maldad y orgullo han recorrido su ciclo y han llegado a su fin. Ninguno de estos hombres orgullosos, ricos y malvados vivirá. Hasta hoy ha sido la maldad quien reina por todas partes.
¡Oh Israel, amanece el día de tu condenación, ha llegado el tiempo del castigo! ¡Es un día de gritos de angustia en vez de gritos de alegría!
¡Ay, que ya viene el terrible día del Señor! ¡La anunciada destrucción de parte del Todopoderoso ya se aproxima!
El Señor los conduce con su voz de mando. El suyo es un poderoso ejército, con innumerables batallones que siguen sus órdenes. El día del juicio del Señor es algo terrible y pavoroso. ¿Quién podrá mantenerse en pie?
El sol se oscurecerá y la luna se pondrá roja como la sangre. ¡Eso acontecerá antes de que venga el grande y terrible día del Señor!
Y cuando algún familiar llegue a la casa para sacar los cadáveres y le pregunte a otro pariente que esté allí: «¿Queda aún algún cadáver?». Este le responderá: «No». Entonces el primero le dirá: «¡No digas más nada, no sea que pronuncies el nombre del Señor y nos suceda algo peor también a nosotros!».
El día que lo castigue, en el templo se entonarán cantos fúnebres en vez de alabanzas alegres. Serán tantos los muertos que habrá cadáveres por todas partes, y serán sacados fuera de la ciudad en silencio, con mucha pesadumbre. Lo ha dicho Dios el Señor.
»En cambio, el Señor está en su santo templo, ¡guarden silencio respetuoso delante de él los habitantes de toda la tierra!».
»Ese día terrible del Señor está cerca. ¡Se acerca rápidamente! Ese día será tan horrible que hasta los más valientes llorarán amargamente y habrá alboroto por todos lados.
»¡Cuidado! ¡Se acerca el día en que el Señor se manifestará con poder!
¡Que toda la humanidad guarde silencio delante del Señor, porque se ha puesto en pie en su santa morada!».
»Miren, el día del juicio se acerca. Será un día ardiente, como un horno. Ese día los soberbios y los malvados serán quemados como la paja; serán consumidos por completo, de modo que no quedará nada de ellos. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
Envió a otros siervos a decirles que fueran pronto, que no se demoraran, que ya los asados estaban listos.
Sabemos que esto que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella. Por eso, el mundo entero tiene que callar y todos tendrán que reconocer que el juicio de Dios es justo.
Y yo respondo: «¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? ¿Podrá un objeto decirle a quien lo hizo: “¿Por qué me has hecho así?”».
Que todos se den cuenta de que ustedes son amables. El Señor viene pronto.
y con gozo darán gracias al Padre, que nos ha capacitado para participar de la herencia que pertenece a los que viven en el reino de la luz.
―No pasa nada —contestó Samuel—. He venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y acompáñenme al sacrificio. Y realizó el rito de la purificación en favor de Isaí y de sus hijos y los invitó al sacrificio.
Saúl no dijo nada ese día porque supuso que algo había pasado, que quizás David estaba ceremonialmente impuro.