Una vez allí, Elías les dijo: ―¿Hasta cuándo estarán ustedes vacilando entre dos opiniones? —le preguntó al pueblo—. ¡Si el Señor es Dios, síganlo; pero si Baal es Dios, sigan a Baal!
Salmos 82:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¿Hasta cuándo, jueces, tomarán decisiones injustas? ¿Hasta cuándo concederán favores especiales a los malvados? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah Biblia Nueva Traducción Viviente «¿Hasta cuándo dictarán decisiones injustas que favorecen a los malvados? Interludio Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo juzgarán inicuamente
y tendrán miramientos con los malos? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y levantaréis el rostro de los malvados? Selah Biblia Serafín de Ausejo 1975 '¿Hasta cuándo gobernaréis inicuamente, otorgando preferencia a los impíos? Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? (Selah) |
Una vez allí, Elías les dijo: ―¿Hasta cuándo estarán ustedes vacilando entre dos opiniones? —le preguntó al pueblo—. ¡Si el Señor es Dios, síganlo; pero si Baal es Dios, sigan a Baal!
Teman al Señor. Ajústense a sus indicaciones. Porque entre los jueces que son de Dios no debe haber injusticia ni parcialidad. Tampoco deben aceptar soborno».
No insistan en que sea prudente para no herir a nadie, ni me pidan que adule a alguien. Déjenme ser franco, no vaya a ser que Dios me haga caer muerto.
Porque a él no le impresiona lo grande que un hombre sea, ni favorece a los ricos más que a los pobres. A todos los hizo él.
¿Hasta cuándo estarán en contra de un hombre tratando de matarlo? Para ellos soy como un muro inclinado o una cerca a punto de caer.
Moisés y Aarón pidieron otra audiencia al faraón y le dijeron: ―El Señor, Dios de los hebreos, pregunta: “¿Hasta cuando te negarás a someterte a mí? Deja que mi pueblo vaya y me adore.
Pues el Señor Dios dice a los que gobiernan: ¡Dejen de robar y estafar a mi pueblo en su tierra y de expulsarlos de sus hogares! ¡Sean siempre justos y honestos!
»Los jueces siempre deben dictar sentencia con justicia, sin tener en cuenta si la persona es pobre o rica; deben ser siempre justos.
―¡Oh generación incrédula y perversa! —dijo Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganme al muchacho!
Los grandes dirigentes de la iglesia no añadieron ni una tilde a mi mensaje. (No es que me importe que hayan sido grandes, porque Dios no juzga por las aparencias).
“Cuando tomen decisiones”, les dije; “no favorezcan a un hombre porque sea rico; sean justos con el grande y con el pequeño. No teman si a ellos no les agrada el fallo de ustedes, porque ustedes son jueces en el nombre de Dios. Los casos demasiado difíciles tráiganmelos a mí, y yo los resolveré”.