¡Escucha, pueblo mío, que voy a hablar! Estas son mis acusaciones en contra tuya, Israel. ¡Porque yo soy Dios, el Dios tuyo!
Salmos 81:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Escúchame, pueblo mío, mientras te doy serias advertencias: ¡Ay Israel, si tan sólo me escucharas! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, Biblia Nueva Traducción Viviente »Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas! Biblia Católica (Latinoamericana) Escucha, pueblo mío, te lo advierto,
ojalá me escucharas, Israel: La Biblia Textual 3a Edicion ¡Oye, pueblo mío, y te amonestaré! Oh Israel, si me oyes, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En la angustia me llamaste y te salvé, te respondí en el escondrijo de los truenos, en las aguas de Meribá te probé. Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres! |
¡Escucha, pueblo mío, que voy a hablar! Estas son mis acusaciones en contra tuya, Israel. ¡Porque yo soy Dios, el Dios tuyo!
Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos.
Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si ustedes prestan atención a mi voz, y me obedecen y hacen lo que es bueno, no los dejaré sufrir las enfermedades que envié sobre los egipcios, porque yo soy el Señor que les da la salud».
A ese lugar, Moisés lo llamó Masá, que significa tentación, porque allí los israelitas tentaron al Señor, diciendo: «¿Está el Señor entre nosotros, o no?». También lo llamó Meribá, que significa queja, pues allí el pueblo de Israel se quejó contra Dios.
En la mañana del tercer día hubo una terrible tormenta de relámpagos y truenos. Una densa nube descendió sobre el monte, y hubo un largo toque de trompeta, y todo el pueblo tembló.
El lugar fue llamado Meribá (Aguas de la rencillas), porque allí el pueblo de Israel se rebeló contra el Señor, y allí les mostró que era un Dios santo.
Te aseguro que hablamos de las cosas que sabemos y de las que nosotros mismos hemos sido testigos, pero ustedes no creen lo que les decimos.
A judíos y gentiles les he dado testimonio de que necesitan arrepentirse de sus pecados y tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
Moisés hizo estos comentarios: «Mediten sobre las leyes que les he dado en este día, y háganlas conocer a sus hijos.
Ve tú y escucha todo lo que Dios dice, y luego ven y dínoslo y nosotros oiremos y obedeceremos”.
Y si aceptamos el testimonio de los hombres que comparecen ante los tribunales, cuánto más no hemos de creer la gran afirmación de Dios: ¡que Jesús es su Hijo!