Le dijo: «Hijo mío, yo quería construir un templo para honrar al Señor mi Dios,
Salmos 73:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En cuanto a mí, ¡qué cerca estuve del borde del precipicio! Ya mis pies resbalaban y estaba a punto de despeñarme. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero en cuanto a mí, casi perdí el equilibrio; mis pies resbalaron y estuve a punto de caer, Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo, por poco mi pie no tropieza
y mis pasos casi se resbalan;' La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Con todo, a punto he estado de deslizar mis pasos, casi al borde de resbalar mis pies, Biblia Reina Valera Gómez (2023) En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. |
Le dijo: «Hijo mío, yo quería construir un templo para honrar al Señor mi Dios,
Entretanto, los ricos se mofan de los atribulados y están prontos a menospreciar a todos los menesterosos.
»De Dios me quejo, y no del hombre. Con razón tengo el espíritu tan atribulado:
Me ha salvado de la muerte, ha enjugado mis lágrimas y me ha librado de tropiezo.
Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.
Mis pasos no se han desviado de tus sendas; no he dudado en seguirte.
En cambio, cuando ellos estuvieron enfermos, lloré ante el Señor, me vestí de luto, rogándole que los sanara; estuve ayunando; oré por ellos con todo el corazón pero Dios no escuchó.
Pon fin a la arrogancia de esos que ríen perversamente al verme derribado.
Pero yo entraré en tu templo bajo el amparo de la misericordia y tu amor; y te adoraré con profundísimo y reverente temor.
Estoy al borde de una ruina total y en vergüenza ante toda mi comunidad».
Pero si les parece mal servir al Señor, escojan hoy a quién van a servir, si a los dioses que sus antepasados adoraban más allá del Éufrates o a los dioses de los amorreos de esta tierra. Pero yo y los de mi casa serviremos al Señor.
En cuanto a mí, lejos esté de mí el pecar contra el Señor dejando de orar por ustedes. Yo les seguiré enseñando lo que es bueno y correcto.
Él protegerá a los piadosos, pero los impíos serán silenciados en las tinieblas. Ninguno podrá triunfar por su propia fortaleza.