Señor, no permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado. Que sean avergonzados los malvados, y acallados en el sepulcro.
Salmos 4:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Sí, la alegría que me has dado es mucho mayor que el gozo de ellos en la siega cuando contemplan su abundante cosecha de grano y vino. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tú diste alegría a mi corazón Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. Biblia Nueva Traducción Viviente Me has dado más alegría que los que tienen cosechas abundantes de grano y de vino nuevo. Biblia Católica (Latinoamericana) Que rebosen de trigo y vino,
más alegría das tú a mi corazón. La Biblia Textual 3a Edicion Has dado alegría a mi corazón, Mayor que la de ellos, aun cuando abundan en grano y mosto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Muchos son los que dicen: '¿Quién nos dará a ver la dicha?' Levanta, tú, Señor, ante nosotros la luz de tu presencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú pusiste alegría en mi corazón, mayor que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su vino. |
Señor, no permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado. Que sean avergonzados los malvados, y acallados en el sepulcro.
Allí acudiré al altar de Dios, del Dios que es la fuente de mi gozo, y lo alabaré con mi arpa. ¡Oh Dios, mi Dios!
Que conozcan tus caminos por toda la tierra, y entre todas las naciones tu salvación.
Oh Señor, Todopoderoso, ¿hasta cuándo estarás enojado contra nosotros y rechazarás nuestras oraciones?
¡Me maravilla, oh Señor, lo que tu has hecho por mí! Canto de puro júbilo por las obras que haces.
¡Llévame contigo; vámonos corriendo! ¡Qué felices seremos! Tu amor es mejor que el vino. ¡Con razón te aman todas las doncellas!
Porque Israel volverá a ser grande, lleno de gozo como los segadores en el tiempo de la mies y como los hombres que se reparten el botín capturado.
El júbilo y la alegría se fueron de la fértil Moab. Ya los lagares no dan vino; no hay quien exprima las uvas bajo sus pies mientras entona canciones alegres. Gritos hay, sí, ¡pero no de alegría!
aunque nunca las dejó sin algo que hablara de él. ¡Y les dio la lluvia, las buenas cosechas, y llenó de alimentos y alegría los corazones!
Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto; y aunque ahora no lo ven, creen en él y se llenan de una gran alegría,
a tal grado que salieron a vendimiar sus viñas. Luego pisaron las uvas y celebraron la fiesta de la cosecha en el templo de un dios local. El vino corría libremente y todos empezaron a maldecir a Abimélec.