Salmos 4:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Muchos dicen que tú, Señor, jamás nos auxiliarás. Haz que la luz de tu rostro resplandezca sobre nosotros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Biblia Nueva Traducción Viviente Muchos dicen: «¿Quién nos mostrará tiempos mejores?». Haz que tu rostro nos sonría, oh Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Muchos dicen: '¿Quién nos hará ver la dicha?
¡Muéstranos, Señor, tu rostro alegre!' La Biblia Textual 3a Edicion Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? ¡Oh YHVH, alza sobre nosotros la luz de tu rostro! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ofreced ofrendas justas y confiad en el Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. |
Lo dotaste de eterna felicidad. Le concediste el inagotable gozo de tu presencia.
¡Simple sombra! Y sus múltiples afanes en nada paran. Amontona riqueza para que otro la derroche.
Entonces, ¿por qué desalentarse? ¿Por qué estar desanimado y triste? ¡Espera en Dios! ¡Aún lo alabaré de nuevo! ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
No fue con su espada, ni por su propia fuerza y habilidad que vencieron, sino por tu gran poder y porque tú les sonreíste y los favoreciste.
¡Oh Dios, bendícenos por tu misericordia! ¡Que resplandezca tu rostro cuando nos miras desde lo alto!
Vuélvenos de nuevo a ti, oh Dios Todopoderoso. Míranos con rostro resplandeciente; sólo entonces seremos salvos.
Vuélvenos de nuevo a ti, oh Dios Todopoderoso. Derrama sobre nosotros tu mirada; sólo entonces seremos salvos.
Dichosos aquellos que escuchan el alegre llamado a la adoración; porque ellos caminarán en la luz de tu presencia, Señor.
¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.
Como un refinador de plata se sentará y verá cómo se quema lo malo de su pueblo. Purificará a los levitas, los ministros de Dios, y los refinará como se refina el oro o la plata, a fin de que se dediquen a las cosas de Dios con limpio corazón.
Entonces diré: Alma mía, ya tienes muchas cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y disfruta de la vida”.
»Había un hombre rico que se vestía con ropas muy lujosas y a diario hacía fiestas donde servían espléndidos banquetes.
Llamarán al pueblo a que celebre sacrificios con ellos. Gustarán las riquezas del mar y los tesoros de la arena».
Escuchen bien esto, ustedes los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, nos quedaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero».