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Salmos 34:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Proclamemos juntos la grandeza del Señor, y ensalcemos su nombre.

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Biblia Reina Valera 1960

Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Vengan, hablemos de las grandezas del Señor; exaltemos juntos su nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Engrandezcan conmigo al Señor y ensalcemos a una su nombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

g Engrandeced a YHVH conmigo, Y exaltemos a una su Nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Bet. Mi alma se gloría en el Señor y, al oírlo, se alegran los humildes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.

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Salmos 34:3
18 Tagairtí Cros  

Gloria a su santo nombre; regocíjense los que buscan al Señor.


Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.


Entonces el rey Ezequías ordenó a los levitas que cantaran algunos salmos de David y del profeta Asaf delante del Señor, lo que ellos hicieron con todo gozo, e inclinaron su cabeza y adoraron.


Pero concede gran gozo a los que me desean el bien. Que clamen ellos con júbilo: «¡Grande es el Señor que se deleita en auxiliar a su siervo!».


Pero que el gozo del Señor se derrame sobre cuantos lo aman, y buscan la salvación que él da. Que siempre exclamen: «¡Cuán grande es Dios!».


Bendigan todos los pueblos a Dios y canten sus alabanzas,


¡Entonces alabaré el nombre de Dios con mi cántico! Mi gratitud será su alabanza,


Porque el Señor escucha el clamor de sus necesitados, y no desdeña a sus cautivos.


El Señor dice: No se enorgullezca el sabio en su sabiduría, ni el poderoso en su poder, ni el rico en su riqueza.


Sientan orgullo sólo de esto: de conocerme bien y comprender que yo soy el Señor que exige vivir de manera justa y actuar siempre con rectitud, de saber que mi amor es firme, y que así me gusta ser.


Entonces María dijo: ―Mi alma alaba al Señor,


La noticia corrió rápidamente entre los judíos y los griegos de Éfeso. Un temor solemne cayó sobre la ciudad y todos glorificaban el nombre del Señor Jesús.


Mi gran deseo y esperanza es que no haga nada que me avergüence, sino que, con toda libertad, ya sea que viva o muera, le den la gloria a Cristo por medio de mí ahora como siempre.


«¡Teman a Dios —decía a gran voz—, y alaben su grandeza, porque el tiempo ha llegado en que se sentará a juzgar! ¡Adórenlo, porque él creó el cielo y la tierra, el mar y las fuentes que lo nutren!».