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Salmos 3:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Muchos dicen que Dios jamás me ayudará

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Biblia Reina Valera 1960

Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios. Selah

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Son tantos los que dicen: «¡Dios no lo rescatará!». Interludio

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Cuántos los que me dicen: 'Ya no tienes en Dios salvación'!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Muchos dicen de mi alma: No hay salvación para él en ’Elohim. Selah°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ah Señor, cuántos son mis opresores, cuántos los que se yerguen contra mí,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Muchos dicen de mi alma: No hay para él ayuda en Dios. (Selah)

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Salmos 3:2
14 Tagairtí Cros  

si el Señor no hubiera estado de nuestra parte; cuando todo el mundo se levantó contra nosotros,


Cuantos me miran se ríen de mí, se mofan y se encogen de hombros, diciendo:


Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo.


La salvación viene de Dios. Envía su bendición a todo su pueblo.


El Señor Dios pregunta: «Ustedes, señores, ¿hasta cuándo van a estar convirtiendo mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuando amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?».


No pequen permitiendo que el enojo los controle. Medítenlo cuando por la noche vayan a descansar.


Sus burlas me traspasan como fatal herida no se cansan de preguntarme burlándose: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».


Día y noche mi pan son mis lágrimas, y mientras tanto mis enemigos se mofan de mí. «¿Dónde está ese Dios tuyo?» dicen burlones.


«Y dicen: ¡Dios lo ha abandonado! Ahora le echaremos mano. No hay quien lo ayude».


Saliste a salvar a tu pueblo escogido. Aplastaste al rey de esos impíos y derrotaste a todos sus seguidores.


»Veo a Dios, el Santo, que viene desde Temán, desde el monte de Parán. Su brillante esplendor llena los cielos y la tierra. Su gloria llena los cielos, y la tierra está llena de cantos en su honor. ¡Qué Dios maravilloso es él!


Tienes el arco listo para disparar tus flechas. Usas los ríos para agrietar la tierra.