«Por favor, Señor, recuerda que siempre he tratado de obedecerte y agradarte en todo lo que hago». Y rompió a llorar.
Salmos 26:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Retira toda acusación en contra mía, Señor; pues he procurado cumplir tus leyes y sin vacilación he confiado en ti. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. Biblia Nueva Traducción Viviente Declárame inocente, oh Señor, porque he actuado con integridad; he confiado en el Señor sin vacilar. Biblia Católica (Latinoamericana) Júzgame, Señor, y ve que seguí la senda de los perfectos. En el Señor me apoyaba y por eso no me desviaba. La Biblia Textual 3a Edicion De David. Hazme justicia, oh YHVH, porque en mi integridad he andado, Y en YHVH confié sin titubear. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De David. Hazme, Señor, justicia, que mi conducta es pura: confío en el Señor, no habré de resbalar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Salmo de David Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová, no vacilaré. |
«Por favor, Señor, recuerda que siempre he tratado de obedecerte y agradarte en todo lo que hago». Y rompió a llorar.
―Bien, ¿te fijaste en mi siervo Job? —preguntó el Señor—. Es el mejor hombre de toda la tierra; hombre que me teme y se abstiene de todo mal. Ha mantenido su fe en mí no obstante haberme incitado tú a que te dejara perjudicarlo sin causa alguna.
En un tiempo como este, ¿no debería tu fe en Dios ser todavía tu confianza? ¿Acaso no crees que Dios cuidará de los buenos?
Sólo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad;
Y por cuanto confía en el Señor, en el gran amor del Altísimo, el rey jamás tropezará, nunca caerá.
En ti confío, mi Dios. No permitas que me humillen. No dejes a mis enemigos que se alegren en mi derrota.
Dame por guardias la santidad y la integridad, pues espero que me protejas,
No, no soy así, Señor; hago lo que es correcto; sálvame, pues, por piedad.
Él es mi fuerza, el escudo que me protege de todo peligro. En él confié y él me ayudó. En mi corazón hay tanto gozo que prorrumpo en un cántico de alabanza a él.
Declárame inocente, porque tú eres justo. No dejes que mis enemigos se regocijen por mi tribulación.
Pongan su confianza en el Señor, y preséntenle sacrificios agradables.
¡Oh Dios, defiéndeme de las acusaciones de estos implacables hombres mentirosos!
Sí; sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio. ¡Jamás habré de caer!
Sí, sólo él es mi roca, y mi salvación; él es mi refugio. ¡Jamás habré de caer!
Pero justifícame en público; establece mi honra y mi verdad ante todos ellos.
El justo lleva una vida recta y honrada; ¡felices los hijos que vienen detrás de él!
El temor al hombre es una trampa peligrosa, pero la confianza en el Señor trae seguridad.
Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.
Sigamos firmes en la esperanza que profesamos, porque él cumplirá la promesa que nos hizo.
a quienes Dios protege con su poder por la fe, hasta que llegue la salvación que se dará a conocer en lo últimos tiempos.
Así que, amados hermanos, puesto que Dios los ha llamado y escogido, procuren que esto eche raíces en ustedes, pues así nunca tropezarán ni caerán.
Él protegerá a los piadosos, pero los impíos serán silenciados en las tinieblas. Ninguno podrá triunfar por su propia fortaleza.
Que el Señor juzgue entre nosotros y que castigue a cualquiera de los dos que sea culpable. Él es mi abogado y mi defensor, y él me rescatará de tu poder.