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Salmos 16:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Yo le dije: «Tú eres mi Señor, todo lo bueno que tengo viene de ti».

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Biblia Reina Valera 1960

Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Le dije al Señor: «¡Tú eres mi dueño! Todo lo bueno que tengo proviene de ti».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los dioses del país son sólo mugre, ¡malditos sean los que los escogen

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La Biblia Textual 3a Edicion

Dije° a YHVH: Tú eres mi Señor, No hay para mí bien fuera de ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

yo digo al Señor: 'Tú eres mi dueño, tú mi bien, y nada hay sobre ti'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha;

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Salmos 16:2
15 Tagairtí Cros  

Mi corazón te oyó decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Ya voy Señor».


Pero yo confío en ti, Señor y digo: Tú eres mi Dios.


¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y en la tierra nada deseo fuera de ti.


Oh Señor, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!


Y él me dirá: Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca de mi salvación.


Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio y en ti estoy seguro; eres mi Dios, y en ti confío».


¡Oh, Señor Dios nuestro, hace tiempo que adoramos a otros dioses, pero ahora te adoramos sólo a ti!


«Al Señor pertenecemos», dirán orgullosos, «somos israelitas», y tatuarán en sus manos el nombre de Dios o el honorable nombre de Israel.


A este tercio restante lo someteré a una dura prueba, será como hacerlo pasar por el fuego para purificarlo, así como se hace con el oro y la plata para refinarlos. Entonces se dirigirán a mí con oraciones fervientes y yo les pondré atención. Diré: “¡Este es mi pueblo!”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.


Así también ustedes, cuando hayan hecho lo que se les mandó, deben decir: “Somos sirvientes inútiles, pues sólo cumplimos con nuestra obligación”».


Tomás dijo: ―¡Señor mío y Dios mío!


¿Y quién puede haberle dado algo al Señor para sentirse con derecho a cobrarle?