Porque no quiso hacer el bien a otros, persiguió hasta la muerte a pobres, a necesitados y a los quebrantados de corazón.
Salmos 10:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ven y llama a cuentas a estos hombres altivos y malvados que se encarnizan persiguiendo a los pobres. Derrama sobre estos malvados el mal que para otros planeaban. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado. Biblia Nueva Traducción Viviente Con arrogancia los malvados persiguen a los pobres; ¡que sean atrapados en el mal que traman para otros! Biblia Católica (Latinoamericana) El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que maquina. La Biblia Textual 3a Edicion Bajo la soberbia del impío el pobre es consumido. ¡Queden presos en las tramas que ellos mismos urdieron! Biblia Serafín de Ausejo 1975 En la euforia del impío se consume el humilde y es cogido en la insidia que aquél trama. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean atrapados en los artificios que han ideado. |
Porque no quiso hacer el bien a otros, persiguió hasta la muerte a pobres, a necesitados y a los quebrantados de corazón.
Asegura una bendición para mí. No permitas que los orgullosos me opriman.
Los orgullosos han inventado calumnias en mi contra, pero lo cierto es que yo obedezco tus mandamientos de todo corazón.
Estos orgullosos que detestan tu verdad y tus leyes han cavado profundos pozos para que yo caiga.
Esos orgullosos me han tendido una trampa; han puesto los lazos de su red, han tendido trampas a lo largo de mi camino.
Que sean silenciados sus labios mentirosos, porque hablan contra los justos con orgullo, desdén e insolencia.
No permitas que estos orgullosos me pisoteen. No dejes que sus perversas manos me traten como estropajo.
Por los pecados de su boca, por la maldad que hay en sus labios, que caigan en la trampa de su orgullo, de sus maldiciones y de sus mentiras.
Yo sé que el Señor es mayor que cualquier otro dios, porque libró a su pueblo de la soberbia y de la crueldad de los egipcios».
Dile que si es que se cree muy grande como para atreverse a desafiar mi poder y a negarle a mi pueblo el permiso para salir.
Al malvado lo tienen atrapado sus propios pecados, son cuerdas que lo atan y retienen.
Porque te extasiabas pensando: «Subiré al cielo y gobernaré a los ángeles.
Allá todos te mirarán con asombro y preguntarán: «¿Será este aquel que hacía temblar la tierra y los reinos del mundo?
Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Carea, y todos los otros hombres orgullosos le dijeron a Jeremías: ―¡Mientes! ¡El Señor nuestro Dios no te ha mandado que nos digas que no vayamos a Egipto! Baruc, hijo de Nerías, te ha puesto contra nosotros y te ha dicho que nos digas esto para que nos quedemos acá y seamos muertos por los babilonios o llevados cautivos a Babilonia.