Pero Abram contestó: ―Mi Señor y Dios, ¿para qué me servirá todo lo que me vas a dar, si no tengo hijos? En ese caso, como no me has dado un hijo, todo lo que me regales le quedará a Eliezer de Damasco, que es uno de mis criados.
Rut 2:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El capataz le dijo: ―Es la joven moabita que volvió con Noemí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; Biblia Nueva Traducción Viviente Y el capataz le contestó: —Es la joven moabita que volvió con Noemí. Biblia Católica (Latinoamericana) Es la moabita que acaba de regresar de Moab con Noemí. La Biblia Textual 3a Edicion Y el criado que estaba al frente de los segadores respondió, diciendo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El criado que estaba al frente de los segadores le respondió: 'Es una joven moabita que ha venido con Noemí de los campos de Moab. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el siervo, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven de Moab, que volvió con Noemí de los campos de Moab; |
Pero Abram contestó: ―Mi Señor y Dios, ¿para qué me servirá todo lo que me vas a dar, si no tengo hijos? En ese caso, como no me has dado un hijo, todo lo que me regales le quedará a Eliezer de Damasco, que es uno de mis criados.
Un día Abraham le dijo a su mayordomo, que era el más viejo de sus siervos: ―Coloca tu mano en mi entrepierna,
Por supuesto, José llegó a ser su persona de confianza. Pronto estuvo a cargo de la administración de la hacienda y todos los negocios de Potifar.
»Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado.
¿Son ustedes siervos sabios y fieles a quienes el Señor ha encomendado la tarea de realizar los quehaceres de su casa y proporcionar a sus hijos el alimento cotidiano?
Pero Rut replicó: ―No me pidas que te deje y me aparte de ti; adondequiera que tú vayas iré yo, y viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
Al llegar ambas a Belén, el pueblo se conmovió. ―¿Es realmente Noemí? —preguntaban las mujeres.
El regreso de ellas de Moab y su llegada a Belén coincidió con el tiempo de la cosecha de la cebada.
Me pidió permiso esta mañana para recoger las gavillas que se les caían a los segadores, y ha estado recogiéndolas desde entonces, salvo unos pocos minutos que estuvo descansando a la sombra.