―¡Así que tú eres el hombre que ha traído todo este desastre sobre Israel! —exclamó Acab, en cuanto lo vio.
Proverbios 9:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si corriges al burlón sólo conseguirás que te insulte; si corriges al malvado sólo conseguirás que te lastime. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha. Biblia Nueva Traducción Viviente El que reprende a un burlón recibirá un insulto a cambio; el que corrige al perverso saldrá herido. Biblia Católica (Latinoamericana) El que le llama la atención a un burlón se atrae sus insultos; el que corrige a un malvado corre el riesgo de que lo humillen. La Biblia Textual 3a Edicion Quien corrige al cínico se acarrea insultos, Quien amonesta al malvado, desprecios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien reprende al insolente se acarrea desprecio, quien corrige al perverso se busca ultrajes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta: El que reprende al impío, se atrae mancha. |
―¡Así que tú eres el hombre que ha traído todo este desastre sobre Israel! —exclamó Acab, en cuanto lo vio.
―¡Me has encontrado, enemigo mío! —exclamó Acab cuando vio a Elías. ―Sí —respondió Elías—, he venido, porque no haces otra cosa que ofender al Señor, pues solo sabes hacer lo malo.
Entonces Sedequías hijo de Quenaná, se acercó a Micaías y lo golpeó en el rostro. ―¿Desde cuándo el Espíritu del Señor ha dejado de hablarme a mí, para hablarte a ti?
Díganles que yo he ordenado que pongan a este individuo en la cárcel, y lo alimenten con pan y agua, sólo lo suficiente para que siga vivo hasta que yo regrese en paz.
Pero el pueblo se burlaba de aquellos mensajeros de Dios, es decir, de los profetas, y no tenían respeto por la palabra del Señor. Por eso, llegó el día en que el Señor descargó su ira contra ellos, y ya no hubo más remedio.
»¡Dichoso el hombre a quien Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies el castigo del Señor.
El hijo sabio acepta la corrección de su padre; el descarado no quiere escucharla.
El burlón no ama a quien lo corrige, ni busca la compañía de los sabios.
No malgastes tus palabras con el necio, él despreciará el consejo más sabio.
Pero el pueblo permaneció en silencio, no respondió palabra porque Ezequías les había dicho que no replicaran nada.