La tierra estaba desordenada y no tenía forma. La oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
Proverbios 8:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Nací antes que fueran creados los grandes mares, antes que surgieran los manantiales de abundantes aguas, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. Biblia Nueva Traducción Viviente Nací antes de que los océanos fueran creados, antes de que brotara agua de los manantiales. Biblia Católica (Latinoamericana) Aún no existían los océanos cuando yo nací,
no había fuente alguna de donde brotaran los mares. La Biblia Textual 3a Edicion Antes de los abismos yo estaba engendrada, Antes que fueran las fuentes de las muchas aguas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nací cuando no existían los abismos, cuando no había fuentes bulliciosas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Antes de los abismos fui engendrada; antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. |
La tierra estaba desordenada y no tenía forma. La oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
»¿Has explorado las fuentes en donde nacen los mares, o has andado por los rincones del abismo?
Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido.
Por su conocimiento se separaron las aguas, las nubes derramaron la lluvia.
Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que le pertenece al Hijo único del Padre, en el que abundan el amor y la verdad.
»Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna.
El padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Le mostrará cosas aun más grandes que estas y los dejará a ustedes asombrados.
En efecto, Dios jamás le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo y hoy mismo te he formado». Y en otro pasaje dice: «Yo seré su Padre y él será mi Hijo».
Dios nos demostró su amor enviando a su único Hijo a este perverso mundo para darnos vida eterna por medio de su muerte.