Luego el general Zimri, que había estado a cargo de los carros reales, se levantó en su contra. Un día el rey Elá estaba bebiendo y se había embriagado en casa de Arsá, administrador de su palacio.
Proverbios 31:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 No está bien que los reyes, oh Lemuel, se entreguen al vino o que los gobernantes se den al licor, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra; Biblia Nueva Traducción Viviente No es para los reyes, oh Lemuel, beber mucho vino. Los gobernantes no deberían ansiar bebidas alcohólicas. Biblia Católica (Latinoamericana) A los reyes, no les conviene, Lemuel, que tomen vino, ni a los príncipes que abusen de licores fuertes, La Biblia Textual 3a Edicion No es de reyes, oh Lemuel, no es de reyes darse al vino, Ni de príncipes al licor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No conviene a los reyes beber vino ni a los príncipes desear licores, Biblia Reina Valera Gómez (2023) No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes el licor. |
Luego el general Zimri, que había estado a cargo de los carros reales, se levantó en su contra. Un día el rey Elá estaba bebiendo y se había embriagado en casa de Arsá, administrador de su palacio.
La respuesta de Acab la recibieron Ben Adad y los otros reyes mientras estaban bebiendo en su campamento. Inmediatamente Ben Adad ordenó a su tropa: «¡Prepárense para el ataque!». De modo que se prepararon para ir a atacar la ciudad.
Al séptimo día, el último de la fiesta, el rey, medio embriagado con el vino, se sentía alegre y llamó a Meumán, Biztá, Jarboná, Bigtá, Abagtá, Zetar y Carcás, que eran siete servidores de su entera confianza, y les ordenó
El edicto fue enviado por medio de los mensajeros más rápidos del rey, después de haber sido proclamado en la ciudad de Susa. El rey y Amán se sentaron a beber, mientras que la ciudad se llenó de confusión y pánico.
El vino lleva al hombre a la desvergüenza, las bebidas embriagantes al escándalo; ¡el que está bajo sus efectos no puede ser sabio!
Te sentirás como si durmieras en alta mar, recostado en el mástil mayor.
¡Ay de los valientes de la embriaguez, los que se vanaglorian de cuánto licor resisten!
Estos babilonios arrogantes desean siempre el poder, por eso se apoderan de naciones y de pueblos. Pero es tanta su codicia, que se parecen a la muerte que nunca está satisfecha, aunque sean muchos los muertos.