Ayunamos, pues, y rogamos a Dios que cuidara de nosotros, y él lo hizo.
Proverbios 3:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Confía en el Señor con todo tu corazón, y no confíes en tu propia inteligencia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. |
Ayunamos, pues, y rogamos a Dios que cuidara de nosotros, y él lo hizo.
Dios puede matarme por decirlo, y probablemente lo haga. No obstante, voy a defender mi caso con él.
Quienes confían en el Señor son firmes como el monte Sion, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre.
Pero confía en el Señor. Sé generoso y bueno; entonces vivirás y prosperarás aquí en la tierra.
Encomienda al Señor todo cuanto haces, confía en que él te ayudará a realizarlo, y él lo hará.
Reposa en el Señor; espera con paciencia que él se manifieste. No envidies a los malvados que prosperan o te desesperes por sus perversos planes.
¡Pueblo mío, confía en él siempre! ¡Ábrele tu corazón, pues él es nuestro refugio!
No te fatigues tratando de hacerte rico, sé inteligente y no te preocupes por eso.
El que confía en sí mismo es un necio; el que actúa con sabiduría estará a salvo.
No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al Señor y huye del mal,
¡Miren! ¡Dios ha acudido a salvarme! Estaré confiado y no temeré, porque el Señor es mi fuerza y mi canción, ¡él es mi salvación!
¡Oh Señor, yo sé que no está en manos del ser humano trazar el plan de su vida y ponerle rumbo!
El Señor dice: No se enorgullezca el sabio en su sabiduría, ni el poderoso en su poder, ni el rico en su riqueza.
A veces la nube de fuego se detenía tan sólo una noche, y a la mañana siguiente continuaba su marcha. Pero fuera de día o de noche cuando la nube se movía, el pueblo desmontaba el campamento y la seguía.
Si la nube permanecía sobre el santuario dos días, un mes o un año, ese era el tiempo que el pueblo de Israel se detenía; pero en cuanto se movía, ellos la seguían.
Vivan en armonía unos con otros. No sean arrogantes, sino traten como iguales a la gente humilde ¡y no se hagan como que lo saben todo!
Lo hizo porque desea que nosotros, que fuimos los primeros en esperar al Mesías, celebremos su gloria.