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Proverbios 3:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Porque el Señor detesta a esos malvados, pero le da su amistad a los justos.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El Señor detesta a esa gente perversa; en cambio, ofrece su amistad a los justos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

porque Yavé tiene horror de la gente sin conciencia, pues su amistad es para con los justos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque YHVH aborrece al perverso, Y su íntima comunión es con los rectos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pues Yahveh aborrece a los perversos y pone su confianza en los justos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque el perverso es abominación a Jehová; mas su comunión íntima es con los rectos.

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Proverbios 3:32
16 Tagairtí Cros  

»¡Si volvieran mis años de juventud, cuando la amistad de Dios reinaba en mi hogar;


Con los puros eres puro, pero hostil con el malvado.


Ser amigo tuyo, oh Dios, es privilegio de quienes te honran. Sólo con ellos compartes los secretos de tu pacto.


El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se agrada en los que viven con rectitud.


Cada corazón conoce su propia amargura, y ningún extraño puede compartir su alegría.


El Señor aborrece que se perdone al culpable y se condene al inocente.


El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso.


¡Pero no! ¡Son menos que nada y nada pueden hacer! ¡Al que los elija, habría que examinarle la cabeza!


En esa ocasión, Jesús dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños.


Él les explicó que ellos, los discípulos, era a los únicos a los que se les permitía entender las cosas del reino de los cielos, pero no a los demás. Y añadió:


Jesús les dijo: «Ustedes se hacen pasar por buenos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones. Les digo que aquello que la gente piensa que tiene mucho valor para Dios es despreciable.


Ya no les llamo sirvientes, porque el sirviente no sabe lo que hace su amo. Ahora los llamo amigos, porque les he enseñado todo lo que he oído decir a mi Padre.


Si alguien se decide a hacer la voluntad de Dios, reconocerá si mis enseñanzas provienen de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.


El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor comerá del maná escondido, y le daré una piedra blanca en la que habré grabado un nuevo nombre que sólo conoce el que lo recibe.