―Bien, ¿te fijaste en mi siervo Job? —preguntó el Señor—. Es el mejor hombre de toda la tierra; hombre que me teme y se abstiene de todo mal. Ha mantenido su fe en mí no obstante haberme incitado tú a que te dejara perjudicarlo sin causa alguna.
Proverbios 24:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 No testifiques sin ninguna causa contra tu prójimo ni digas mentiras. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No seas sin causa testigo contra tu prójimo, Y no lisonjees con tus labios. Biblia Nueva Traducción Viviente No testifiques contra tus vecinos sin motivo; no mientas cuando hables de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) No atestigües a la ligera contra tu prójimo, ¿querrías pues mentir? La Biblia Textual 3a Edicion No atestigües negligentemente° contra tu prójimo, Ni engañes con tus labios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No seas falso testigo contra tu prójimo. ni engañes con tus labios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No seas, sin causa, testigo contra tu prójimo; y no mientas con tus labios. |
―Bien, ¿te fijaste en mi siervo Job? —preguntó el Señor—. Es el mejor hombre de toda la tierra; hombre que me teme y se abstiene de todo mal. Ha mantenido su fe en mí no obstante haberme incitado tú a que te dejara perjudicarlo sin causa alguna.
Pues aunque ningún mal les hice, me tendieron una trampa y aunque ningún mal les hice, cavaron una fosa para mí.
Tú te las das de héroe, ¿verdad? Te alabas por este crimen que cometiste contra el pueblo de Dios.
»No acepten falsos rumores. »No cooperen con el malvado apoyando su testimonio, cuando sepan que es falso.
El testigo verdadero nunca miente; el testigo falso sólo dice mentiras.
El testigo falso no se escapará del castigo, tampoco el mentiroso se librará.
El testigo falso no se escapará del castigo, y el mentiroso será destruido.
Calumniar a alguien es tan dañino como herirlo con un hacha, atravesarlo con la espada o clavarle una flecha aguda.
«Si alguien peca contra mí negándose a devolver un depósito por algo que rentó o si se niega a devolver algo que se le confió, o si le quita a la fuerza algo a su prójimo,
o si se encuentra algo que se le perdió a su prójimo, y se queda con lo encontrado negando, bajo juramento, tenerlo,
―¿Por qué? —exclamó Pilato asombrado—. ¿Qué delito ha cometido? Pero la multitud, enardecida, no cesaba de gritar: ―¡Crucifícalo!, ¡crucifícalo!
Pero esto pasa así, para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.
Dejen, por lo tanto, la mentira; díganse la verdad unos a otros siempre, porque somos miembros de un mismo cuerpo.
No se mientan unos a otros, ahora que ya murieron a aquella antigua vida llena de vicios.
Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos y los mentirosos, serán arrojados al lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte».
Pero afuera de la ciudad se quedarán los perros, los hechiceros, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.