Qué dulces son tus palabras a mi paladar; son más dulces que la miel.
Proverbios 24:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Hijo mío, come miel, porque es buena; la miel del panal es dulce a tu paladar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, Y el panal es dulce a tu paladar. Biblia Nueva Traducción Viviente Come miel, hijo mío, porque es buena, y el panal es dulce al paladar. Biblia Católica (Latinoamericana) Come miel, hijo mío, porque es bueno; la miel es suave al paladar. La Biblia Textual 3a Edicion Come miel hijo mío, pues es buena, Sí, el panal es dulce a tu paladar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Come miel, hijo mío, que es buena: el panal es dulce a tu paladar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, y del panal que es dulce a tu paladar: |
Qué dulces son tus palabras a mi paladar; son más dulces que la miel.
Son más deseables que el oro, más que el oro refinado. Son más dulces que la miel que destiló del panal.
Las palabras amables son como la miel, endulzan el alma y dan salud al cuerpo.
Así como comer mucha miel es malo, también es malo que los hombres busquen su propia gloria.
Hasta la miel empalaga al que está satisfecho; pero al que tiene hambre lo amargo le sabe dulce.
Tus labios, amada mía, destilan miel. Sí, miel y crema escondes bajo tu lengua, y el aroma de tus vestidos es como el de los montes y cedros del Líbano.
Aquí estoy en mi huerto, amada mía, novia mía. Reúno la mirra con las especias mías y como mi panal con la miel. Bebo mi vino con mi leche. ¡Oh, amado y amada, coman y beban! ¡Sí, beban hasta saciarse!
Para cuando este niño sea destetado y pueda distinguir entre el bien y el mal, los dos reyes a quienes tanto temes —los reyes de Israel y Siria— habrán muerto.
Juan usaba ropa hecha de pelo de camello y se la sujetaba con un cinto de cuero. Su alimentación consistía en langostas del desierto y miel silvestre.
Tomó un poco de miel consigo para comer mientras caminaba, y dio miel también a su padre y a su madre. Pero no les dijo de dónde la había sacado.
Sin embargo, Jonatán, que no había oído la orden de su padre, sacó miel de un panal con un palo, y cuando terminó de comerla se sintió con más fuerzas.