Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Proverbios 22:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El hombre prevenido ve que viene la desgracia y se pone a resguardo; los tontos siguen adelante y pagan las consecuencias.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El prudente ve el mal y se aparta, Los simples siguen, y llevan el daño.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El prudente ve el peligro y se esconde, los ingenuos siguen adelante para su mal.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El hombre prudente ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Proverbios 22:3
14 Tagairtí Cros  

«Jóvenes inexpertos, ¿hasta cuándo disfrutarán su inexperiencia, sus burlas y despreciarán el conocimiento?


El sabio teme al Señor y se aparta del mal, pero al necio no le importa y es muy confiado.


La humildad y el respeto hacia el Señor llevan al hombre a la riqueza, a la honra y a una larga vida.


El prudente ve el peligro y se protege; el imprudente sigue adelante y sufre las consecuencias.


El hombre que rechaza la corrección será destruido de repente y sin remedio.


a unos jóvenes sin experiencia, y entre ellos me fijé en un joven falto de sentido común.


Por la fe, Noé, cuando se le avisó lo que ocurriría, pero que todavía no podía verse, obedeció y construyó un barco para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y fue heredero de la justicia que viene por la fe.


De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que es imposible que Dios mienta, recibimos un gran consuelo los que ahora acudimos a él en busca de su protección y confiados en la esperanza que nos ha dado.