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Proverbios 20:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Al que maldice a su padre o a su madre, la lámpara de su vida se le apagará en la más terrible oscuridad.

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Biblia Reina Valera 1960

Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Si insultas a tu padre o a tu madre, se apagará tu luz en la más densa oscuridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Ha maldecido a su padre y a su madre? Su lámpara se apagará en el lugar más oscuro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al que insulte a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en la más densa oscuridad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Quien desprecia al padre y a la madre, verá morir su lámpara en densas tinieblas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.

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Proverbios 20:20
16 Tagairtí Cros  

Será echado del reino de la luz y lanzado a las tinieblas, y expulsado del mundo.


»Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una vida larga y buena en la tierra que el Señor tu Dios te da.


»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.


La luz de los justos brilla intensamente, pero los malvados son como lámpara apagada.


La herencia que al principio se obtiene con facilidad, al final no traerá alegría.


porque no hay futuro para el malvado, su lámpara se apagará.


Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre.


Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.


»El que maldiga a su padre o a su madre deberá morir, pues ha maldecido a su propia sangre.


La ley de Dios dice: “Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldiga a sus padres, muera irremisiblemente”.


el rey ordenó: “Átenlo de pies y manos y échenlo en las tinieblas de afuera. ¡Allí será el llorar y el crujir de dientes!


y las cinco que casi no tenían aceite suplicaron a las otras que compartieran con ellas el que tenían, porque se les estaban apagando las lámparas.


“Maldito sea cualquiera que desprecia a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.


Son como las olas del mar turbulento que arrojan a la playa la espuma de sus suciedades vergonzosas. Son como estrellas errantes a las que sólo les espera la más densa y eterna oscuridad.