¡Observa al bueno, al inocente, al recto, porque les espera un gran porvenir a aquellos que aman la paz! ¡Para él hay un fin venturoso!
Proverbios 19:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Escucha el consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez. Biblia Nueva Traducción Viviente Consigue todo el consejo y la instrucción que puedas, para que seas sabio por el resto de tu vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Atiende a los consejos, acepta la enseñanza, al final serás un sabio. La Biblia Textual 3a Edicion Escucha el consejo y acepta la corrección, Para que llegues a ser sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oye el consejo y acepta la disciplina, para que seas sabio en el futuro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Escucha el consejo, y recibe la instrucción, para que seas sabio en tu vejez. |
¡Observa al bueno, al inocente, al recto, porque les espera un gran porvenir a aquellos que aman la paz! ¡Para él hay un fin venturoso!
Enséñanos a contar bien nuestros días para que nuestro corazón se llene de sabiduría.
Llénanos con tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.
para adquirir sabiduría y disciplina, para ayudar a comprender las palabras inteligentes;
Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no rechaces las enseñanzas de tu madre.
El necio cree que lo que hace está bien, pero el sabio escucha consejos.
El orgullo conduce a la discusión, pero en los que escuchan consejos hay sabiduría.
El que rechaza la corrección se daña él mismo; el que atiende la reprensión gana entendimiento.
El hombre de mal carácter recibirá su castigo; si lo ayudas a librarse empeoraras las cosas.
Escuchen hijos la corrección de un padre. Pongan atención para que adquieran inteligencia.
Son míos el consejo y el sentido común; son míos el entendimiento y el poder.
Presta mucha atención, Jerusalén, no suceda que deje de quererte y permita que te arruines completamente.
Entonces pensé: “Seguramente ahora me oirán; ahora prestarán atención a mis advertencias, para que no tenga que castigarlos nuevamente”. Pero no; por mucho que los castigue, siguen cometiendo todo tipo de maldades.
Son numerosos como el polvo, no se pueden contar. ¡Quién pudiera morir tan feliz como un israelita! ¡Oh, si yo pudiera terminar mi vida como termina la de ellos!».
¡Oh, si tuvieran sabiduría! ¡Oh, si tuvieran entendimiento! ¡Oh, si supieran el fin que les espera!
que te dio de comer maná en el desierto (una especie de pan que antes te era desconocido). A lo largo del camino te probó y te humilló con el fin de hacerte bien.