La boca del justo es fuente de vida, pero la boca del malvado está cubierta de violencia.
Proverbios 16:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 La prudencia es fuente de vida para quien la posee; pero instruir al necio es una locura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad. Biblia Nueva Traducción Viviente La discreción es fuente que da vida para quienes la poseen, pero la disciplina se desperdicia en los necios. Biblia Católica (Latinoamericana) El buen criterio es fuente de vida para el que lo posee, la estupidez de los tontos será su castigo. La Biblia Textual 3a Edicion Manantial de vida es la sensatez para el que la posee, Pero la erudición de los necios es necedad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La prudencia es fuente de vida en quien la posee; el castigo de los necios es su necedad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; mas la instrucción de los necios es necedad. |
La boca del justo es fuente de vida, pero la boca del malvado está cubierta de violencia.
La enseñanza del sabio es fuente de vida, y libra de los lazos de la muerte.
El honrar al Señor es fuente de vida, y libra al hombre de los lazos de la muerte.
De la lengua de los sabios brota conocimiento; de la boca de los necios necedades.
El justo piensa antes de hablar, pero de la boca del malvado brota maldad.
Al sabio de corazón, se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber.
De la mente del sabio provienen palabras sabias; sus palabras promueven la enseñanza.
Las palabras del hombre son aguas profundas; las palabras de sabiduría son como un arroyo refrescante.
Así que no les hagan caso, porque son ciegos que tratan de guiar a otros ciegos y lo único que logran es caer juntos en el hoyo.
»Les aseguro que el que presta atención a lo que digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, porque ha pasado de la muerte a la vida.
El Espíritu es el que da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que yo les he dicho son espíritu y vida.
Simón Pedro le contestó: ―Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.