Cuando Amán se enteró de que Mardoqueo no se arrodillaba ni inclinaba ante él, se enfureció.
Proverbios 16:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída. Biblia Católica (Latinoamericana) Antes de la ruina hubo orgullo; la arrogancia precede a la caída. La Biblia Textual 3a Edicion Antes del quebrantamiento viene la soberbia, Y antes de la caída, la altivez de espíritu. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La arrogancia precede a la ruina, la altivez de espíritu precede al fracaso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Antes de la destrucción va la soberbia; y antes de la caída la altivez de espíritu. |
Cuando Amán se enteró de que Mardoqueo no se arrodillaba ni inclinaba ante él, se enfureció.
Entonces Amán entró y se presentó delante del rey, que le preguntó: ―¿En qué forma honrarías a un hombre al que yo deseo honrar? Amán pensó: «¿A quién querrá honrar el rey más que a mí?».
Así que colgaron a Amán en la misma horca que había preparado para Mardoqueo, y así se apaciguó la ira del rey.
El orgullo te lleva hacia la deshonra; la humildad, hacia la sabiduría.
Al que le gusta pecar, le gusta pelear; el que abre mucho la boca, busca que se la rompan.
Primero viene el orgullo y luego el fracaso; primero la humildad y luego los honores.
El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso.
Y cierto día en que oraba en el templo de Nisroc su dios, sus hijos Adramélec y Sarézer lo mataron a espada, luego huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esarjadón ocupó el trono.
Tu fama y tu orgullo son sólo un engaño, moradora de los montes de Petra, tú que vives en las hendiduras que hay entre las rocas. Pero aunque mores en las montañas más altas con las águilas, yo de ahí te haré caer, dice el Señor.
¡Patria del orgullo, tropezarás y caerás y no habrá quien te levante, porque el Señor encenderá un fuego en las ciudades de Babilonia que consumirá cuanto hay en torno!
»Se te subieron los humos a causa de toda tu hermosura; tu sabiduría te volvió engreído y perdiste tu esplendor. Por ello te he echado por los suelos y expuesto tu miserable situación ante la mirada curiosa de los reyes.
La tierra de Egipto llegará a ser un yermo desolado, por tu arrogancia de pensar que tú hiciste el río Nilo y que era de tu pertenencia exclusiva, y entonces los egipcios sabrán que yo, el Señor, lo he hecho.
Después de su triunfo, el rey del sur se llenará de orgullo y matará a muchos de sus enemigos, pero su victoria no durará mucho tiempo.
»¡Y usted, su sucesor, oh Belsasar, sabía todo esto, y sin embargo no ha sido humilde!
Por respuesta, Pedro se puso a maldecir y a jurar que no lo conocía. Pero mientras hablaba, el gallo cantó
el que invitó a los dos te dirá: “Dale tu asiento a este otro invitado”. Entonces, avergonzado, tendrás que sentarte en el último lugar.
Tienes razón. Recuerda que esas ramas fueron cortadas por no creer en Dios, y que tú estás allí porque crees. Por eso, no te pongas orgulloso; sé humilde,
El obispo no puede ser un recién convertido, ya que corre el riesgo de enorgullecerse y caer en la misma condenación en que cayó el diablo;