»Pero ahora, por breve instante, tú has tenido misericordia de nosotros al permitir que algunos de nosotros regresemos a Jerusalén. Nos has dado un momento de gozo y una nueva vida en medio de nuestra esclavitud.
Proverbios 15:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 La mirada que anima trae alegría al corazón, y las buenas noticias dan nuevas fuerzas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La luz de los ojos alegra el corazón, Y la buena nueva conforta los huesos. Biblia Nueva Traducción Viviente Una mirada alegre trae gozo al corazón; las buenas noticias contribuyen a la buena salud. Biblia Católica (Latinoamericana) Una mirada benevolente alegra el corazón, una buena noticia reanima las fuerzas. La Biblia Textual 3a Edicion La mirada serena alegra el corazón, Y una buena noticia da vigor a los huesos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La mirada radiante alegra el corazón, una buena noticia conforta los huesos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La luz de los ojos alegra el corazón; y la buena noticia engorda los huesos. |
»Pero ahora, por breve instante, tú has tenido misericordia de nosotros al permitir que algunos de nosotros regresemos a Jerusalén. Nos has dado un momento de gozo y una nueva vida en medio de nuestra esclavitud.
Dichosos aquellos que escuchan el alegre llamado a la adoración; porque ellos caminarán en la luz de tu presencia, Señor.
La angustia desalienta el corazón del hombre, pero una palabra alentadora lo anima.
La luz de los justos brilla intensamente, pero los malvados son como lámpara apagada.
El Señor está lejos de los malos, pero escucha las oraciones de los justos.
El que escucha la corrección que da la vida, habitará entre los sabios.
El corazón alegre es una buena medicina, pero el ánimo triste debilita el cuerpo.
Las buenas noticias de tierras lejanas son como agua fría para la garganta sedienta.
Yo, el Señor, los guiaré de continuo, y les daré de comer en el desierto y siempre tendrán fuerzas. Serán como huerto bien regado, como manantial que fluye sin cesar.
La ciudad no necesita que el sol ni la luna la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.
No existirá la noche y por lo tanto no se necesitarán lámparas ni sol, porque Dios, el Señor, los iluminará; y reinarán durante toda la eternidad.